Es fundamental elegir una buena cuna ya que, los primeros meses, los bebés pasan la mayor parte del tiempo durmiendo.
Para los tres primeros meses se puede optar por una minicuna o un moises.
Pero si buscamos algo más práctico y hacer un desembolso mayor pero elegir algo de mejor calidad, es recomendable optar directamente por la cuna.
Normalmente, suelen ser de madera y debemos mirar que sea de un acabado liso, sin astillas y sin tornillos que sobresalgan para que el bebé no se haga daño.
El colchón es muy importante y debe ser de un buen material y que encaje perfectamente en la cuna.
Debemos proteger los barrotes con una chichonera pero debemos vigilar que los lazos con los que se sujete no queden a mano del bebé para que no haya riesgo de asfixia.
Las cunas suelen tener dos alturas: la más alta para los meses en los que el bebé no se pone de pie y la más baja para cuando ya se incorporan, y así evitar caídas.