El proceso de búsqueda personal que cualquier ser humano emprende a lo largo de su vida, tiene un largo recorrido. El mapa del corazón no se rige por las connotaciones de espacio propias de la ubicación geográfica de una ciudad. La alegría ensancha los límites del alma mientras que la tristeza o la envidia reduce este territorio personal.
A lo largo de la vida vas a lograr metas muy importantes, una de ellas es encontrar tu lugar en el mundo. Este proceso es único y personal. Nacemos y crecemos en el seno de una familia, sin embargo, como adultos nos convertimos en dueños de nuestro destino, somos agentes responsables de gran parte de los acontecimientos que nos ocurren (no de todos).
Y está claro que la idea de encontrar tu lugar en el mundo puede resultar un tanto incompatible con la prisa propia del estilo de vida actual. ¿Cómo reconocer cuál es tu lugar?
- Haz un salto en el tiempo para realizar un ejercicio de visualización y proyectarte en tu futuro yo. Imagina que tienes 85 años: ¿Cómo te gustaría que fuese tu vida al echar la vista al pasado para hacer balance vital? Anota tus reflexiones por escrito, te ayudará a poner luz a tu mundo interior.
- Como si fueses un explorador, escribe un diario de viaje para anotar las reflexiones de tu itinerario vital. El verano es un buen momento para emprender esta aventura del autoconocimiento. Piensa que cada línea que escribes puede ser un bonito legado para tu futuro.
- Es cierto que si no defines tu meta puedes llegar a un lugar inesperado. Sin embargo, la improvisación que trae consigo el factor sorpresa también es una fantástica aventura de aprendizaje. Busca el equilibrio entre la razón y la intuición. Pon en armonía la planificación con la flexibilidad de adaptar tus ritmos al compás del tiempo.
- Tu vocación existencial no tiene por qué ser la misma en todo momento. Tú vas cambiando a lo largo del tiempo, por tanto, puedes actualizar tus metas, tus propósitos y tus expectativas. Evolucionas como persona: una parte de ti sigue siendo la misma, mientras que otra, va cambiando. Por tanto, vive conectado a tu presente, aplicando tu experiencia de pasado para llegar a proyectarte en ese futuro potencial que te permite mirarte desde la perspectiva de quién puedes llegar a ser.
- Escucha tu cuerpo porque las sensaciones corporales están muy vinculadas con las emociones. La práctica de ejercicios de relajación es una buena medida para reconectar con tu plenitud interna y tomar decisiones que están en coherencia con aquello que quieres.
- Desconecta de la pantalla del ordenador para ver más allá del horizonte inmediato de tus ojos. Lee más filosofía porque podrás descubrir muchas respuestas vitales de la mano de autores célebres como Sócrates, Kant, Hume y Descartes. O tal vez, puede que la filosofía no te dé las respuestas que estás buscando, pero seguro que te da las claves para seguir haciéndote nuevas cuestiones.
La búsqueda de tu lugar en el mundo surge a partir de una primera pregunta: ¿Qué estoy llamado a hacer en la vida?
Maite Nicuesa para 3Contigo Coaching.
Coaching personal, profesional y para la salud en Madrid y Figueras.