El dolor cervical, de espalda, cuello y lumbago son malestares que afecta a un importante porcentaje de la población española. La razón de esto la encontramos en las malas posturas y el sedentarismo que se han apoderado de la rutina diaria de quienes habitamos este mundo moderno.
Las diferentes localidades de España ven en aumento el número de pacientes que requieren de un fisioterapeuta para tratar este tipo de lesiones, especialmente debido al gran número de horas que pasamos atendiendo las jornadas laborales de teletrabajo, que han aumentado considerablemente desde que el mundo ha entrado en emergencia sanitaria por la pandemia.
Afortunadamente, para encontrar una buena clínica fisioterapia Pozuelo, no es necesario ir demasiado lejos. Solo hace falta darse un paseo por la web y puedes encontrarte con excelentes profesionales, dispuestos a darte el tratamiento que necesitas.
De esta forma, encontraremos con una variedad de tratamientos, adecuados para cada tipo de lesión, incluyendo la reconocida osteopatía pozuelo. Esta técnica avanzada trabaja simultáneamente, cuerpo y alma, para lograr una sanación integral. Considerando y corrigiendo las causas que han generado las lesiones, especialmente aquellas que son producto de una mala postura, como lo es la cervicalgia o dolor cervical.
¿Cuáles son los síntomas del dolor cervical?
Lo primero que debemos hacer es revisar nuestra postura, ya que el origen de este tipo de dolores se encuentra precisamente en los malos hábitos que adquirimos al mantener posturas inadecuadas por largos períodos de tiempo.
Ahora bien, a pesar de que en los últimos tiempos el dolor cervical está más asociado con el teletrabajo, estas lesiones también pueden generarse al dormir en una posición inadecuada, cargar peso excesivo o realizar movimientos bruscos.
Lograr conocer los síntomas del dolor cervical o cervicalgia es importante, pues esto nos ayudará también a identificar la gravedad del dolor y reconocer el momento de acudir a un profesional. Dicho esto, conozcamos los síntomas del dolor cervical.
Lo primero es dolor de cabeza, en la parte baja del cráneo, donde empieza la columna. Este va acompañado de una sensación de rigidez y pérdida de movimiento del cuello y además de un dolor que aumenta con el movimiento. Este malestar puede extenderse hacia los brazos, generando también sensación de hormiguero y pesadez. Muchos pacientes han presentado también mareos y náuseas.
¿Qué puedo hacer para tratar este dolor?
Cuando el dolor es leve, puede tratarse en casa, valiéndose de algunos ejercicios para desentumecer los músculos, movimientos suaves y en algunos casos, puede resultar de gran alivio aplicar un poco de calor en la zona, tres veces al día por 20 minutos, o darse baños calientes.
El dolor debería ceder hasta desaparecer en unos pocos días. De no ser así, es momento de consultar con un fisioterapeuta y recibir el tratamiento de manos de un profesional.
La Osteopatía, una terapia para el dolor cervical
En Pozuelo de Alarcón, la Osteopatía se considera una terapia integral, donde el osteópata busca trabajar de forma conjunta las lesiones corporales, reduciendo la tensión y el agarrotamiento muscular, trabajando además las articulaciones y la columna, hasta eliminar el dolor.
Al mismo tiempo, los profesionales proporcionan consejos para procurar en el paciente los cambios de hábitos necesarios para mejorar las posturas corporales cuando labora por largas horas frente al ordenador, duerme en posiciones inadecuadas o realiza ejercicios que puedan generar lesiones.
De esta forma se obtiene un resultado más efectivo y duradero luego de las sesiones de terapia. Una vez culminado el tratamiento, la calidad de vida del paciente mejora notablemente. Es por ello que esta es una de las terapias más recomendadas, no solo para aliviar la cervicalgia, sino como tratamiento regenerativo y de rehabilitación corporal.
Otras terapias para las lesiones musculares
Además de la Osteopatía, existen otros tratamientos bastante frecuentes como es la Posturología, que trabaja con cada grupo muscular, ayudándolos a corregir las posturas que causaron el daño, mejorando significativamente, hasta lograr recuperar las posturas correctas.
Otro tratamiento bastante reconocido es la Terapia Invasiva, la cual se centra en lesiones más concretas, llegando al lugar específico donde estas se encuentran ubicadas para un mejor resultado.
Los dolores de lumbago, espalda, cervical y cuello pueden mejorar por completo con la ayuda de unas buenas sesiones de fisioterapia, dependiendo de su nivel de gravedad. Es por ello que es importante asistir a la consulta donde los profesionales evalúan cada caso para adecuar el tratamiento y obtener los mejores resultados.
Algunos consejos para mejorar la postura
Una vez que has logrado recuperarte de estos molestos dolores, lo mejor es aprender a cuidar tu postura para evitar futuros daños. Para ello existen algunas recomendaciones que seguramente te resultarán bastante útiles.
En primer lugar, si trabajas muchas horas sentado frente al ordenador, prepara mejor tu lugar de trabajo. Elige sillas con respaldos rectos, con una curva ligera en la parte baja. De esta forma puedes sentarte con la espalda pegada al respaldar, ayudando a tu columna a mantener su forma natural.
La silla debe tener una buena altura con respecto a la mesa, pero también con respecto al suelo. De esta manera las rodillas estarán en un ángulo de 90 grados aproximadamente, y así no forzarán su postura. Esto también favorece la postura de los pies, que deben quedar en plano sobre el suelo.
La pantalla del ordenador debe quedar a la altura de los ojos, de esta forma evitarás doblar la columna para tener una mejor visión. Además, se recomienda colocar el teclado a una distancia prudencial del borde para no lesionar las muñecas al escribir.
Otras recomendaciones importantes
Además de vigilar tu postura, debes darle al cuerpo un descanso. Demasiadas horas en la misma posición también puede producir lesiones, por lo que es recomendable darse una pausa durante la jornada laboral y darle al cuerpo algo de movimiento.
Caminar un poco, realizar algunos ejercicios de estiramiento y relajación favorece la concentración y es algo que tu cuerpo agradecerá, especialmente, tu espalda. Con esto cuidamos las articulaciones, mejoramos la flexibilidad y el flujo sanguíneo y eliminamos la tensión producida al sostener una misma postura por tiempo prolongado.
Además, le damos un respiro a la mente, refrescando las ideas y manteniéndola sana y despejada. Estas pausas pueden hacerse cada dos horas, dentro de la jornada de trabajo. No nos tomarán mucho tiempo y veremos los beneficios en poco tiempo, tanto en nuestro cuerpo como en nuestro rendimiento laboral.