Cómo escribir e ilustrar un cuento y no morir en el intento: la cubierta, guardas y portadilla

Publicado el 15 octubre 2017 por Laia Codina Gasión

"The Dark" © Jon Klassen


En un álbum ilustrado, el ilustrador es el responsable de que las imágenes de las 32 páginas del libro, incluidas la cubierta, las guardas y la portadilla, conserven el mismo estilo de dibujo y técnicas en toda su extensión.

Estructura álbum ilustrado de 32 páginas

A veces la imagen de lacubierta procede de una de las páginas del libro, pero suele ser una imagen diseñada específicamente para la portada
Un buen diseño de cubierta debería armonizar con el estilo del texto, y dar un anticipo de su contenido sin desvelar el argumento.
La razón por la que se aconseja abordar la cubierta después de desarrollar el grueso del storyboard, es porque el concepto estará más asimilado y te será más fácil diseñar una cubierta efectiva;es decir, que esté bien formulada, atraiga y cautive la atención del futuro lector. Y eso sólo se consigue si antes te has “peleado” a fondo con el texto, los personajes y la narrativa.
¿Qué tienen las cubiertas que nos atraen?

La cubierta de un libro es un argumento de venta esencial en el competitivo mercado de libros infantiles. El márketing de un libro se basa en la cubierta para tener éxito.
Una buena cubierta refleja el estilo y el contenido de un modo que captura la atención de un comprador potencial.

Selección de los mejores cuentos infantiles de 2015


Sintetizar todo esto en una sola imagen no tiene por qué ser difícil. He aquí esta lista de recomendaciones para elaborar una buena cubierta:1. Formúlate estas preguntas con el fin de establecer un retrato-robot del libro. A fin de cuentas, ¿qué es la cubierta sino un “aperitivo” de lo que podemos encontrar en su interior?
- ¿De qué va la historia? (qué se explica y qué temas toca)- ¿Qué elementos u objectos son recurrentes?- Descripción de personajes principales- Contextualitzación en época y fechas
Puedes ser creativo e imaginativo, pero asegúrate de reflejar el tono de la historia y de no transmitir mensajes equívocos al lector.
2. La imagen debe ser pregnante, que capte enseguida la atención del lector y se fije en su memoria. La pregnancia es una ley recogida en las teorías de la percepción de la Gestalt que afirma “cuanto más simple es la forma, más pregnante/penetrante.La ilustradora nonagenaria de origen polaco Kveta Pacovská, con su estilo sintético y aparentemente naíf, es una maestra en el uso de estas leyes.

"La cenicienta" © Kveta Pacovská


3. La imagen debe ser misteriosa, debe reflejar parte del interior pero no mostrarlo todo. Debe dejar lugar a la imaginación e incentivar la curiosidad del lector de manera que vaya descubriendo el resto de la historia en el interior. Como bien aconseja el ilustrador Jacobo Muñiz, “(el ilustrador debe) establecer relaciones divertidas de manera que la mente del lector pueda jugar

"Good Little Wolf" © Nadia Shireen


4. Echa mano del contraste a través del color, la saturación, la luminosidad o con una propuesta rompedora en términos de composición, para que tu cubierta destaque del resto del mercado. 

"Jane Austen" © Iban Barrenetxea


5. Sigue este orden de lectura/estructura en cuanto a distribución de los elementos: primero el TÍTULO y después, la IMAGEN (a pesar de que en un álbum ilustrado “lo primero que entra por la vista es la imagen”). La ilustración de la cubierta añade un “segundo” título que no repite sino que complementa al primero.

"La historia de Erika" © Roberto Innocenti

Recuerda que la cubierta del libro se reducirá a una imagen en miniatura para su uso en reseñas y catálogos, por lo que el título debe ser grande y legible.

6. No olvides diseñar la contracubierta como extensión de la cubierta.

"Kalimán en Jericó" © David de las Heras. Premio Junceda a la mejor cubierta de 2014


Dado que la ilustración de cubierta presenta a los personajes en primer plano, la ilustración de contracubierta puede abrirse a un plano más abierto, como un paisaje, y crear así espacio para el texto.
7. La tipografía debe considerarse como un elemento más en la composición y por ello debe estar en consonancia con la imagen, así como su distribución en la cubierta. Debe corresponderse con el contenido y el estilo de la historia y las ilustraciones.

"Los zancos rojos" © Eric Puybaret

Si ilustras de manera “analógica”, con técnicas tradicionales, es mejor que trabajes la tipografía encima de un papel vegetal, nunca integrada en el arte final. De lo contrario, en el caso de traducir tu obra a diversos idiomas, tendría que rehacerse todo.
8. Aplica los mismos criterios compositivos para el lomo. Ten en cuenta que lo más probable es que un álbum ilustrado se exponga en librerías y bibliotecas en una estantería junto a otros libros. Por esa razón, debes colocar el título en el tercio superior de la composición y diseñar un lomo interesante.  

"The Underwater fancy-dress parade" © Allison Colpoys

El lomo del libro debe contener el nombre del autor, el título (en la misma fuente de texto) y el nombre de la editorial
9. Las guardas y la portadilla también son importantes. Las guardas, aparte de tener una función decorativa, pueden incluso añadir narración previa a la historia para la creación de significados. De hecho, muchas veces, los relatos empiezan antes de abrir el libro y terminan mucho después de acabar de leer la última frase de la historia o de observar la que “parece ser” la última ilustración narrativa. En estas propuestas, el formato, la cubierta, la contracubierta, las guardas, la portadilla o la página de créditos, se configuran como parte del relato y deben ser leídas y decodificadas para poder sacar todo el jugo de la historia. 

"The Bear's song" © Benjamin Chaud

En el caso de "The Bear's Song" de Benjamin Chaud, la narración comienza en las guardas y no espera a que el texto introduzca al lector en el relato. Encontramos una colmena de fondo y sobre ella aparecen de forma rítmica, a modo de patrón, unas abejas. Podríamos decir que se trata de las clásicas guardas estampadas, con función decorativa, pero rápidamente nos percatamos de que hay un vacío. Aparentemente ha desaparecido una abeja. Al girar la página, en la página de créditos, encontramos la dedicatoria con la abeja que faltaba que, volando plácidamente, parece dirigirse hacia el interior del libro. Pero antes de adentrarse en sus páginas, nuestra mirada tiene que cruzar la portadilla en la que, además del título, el nombre del autor y de la editorial, aparece una pequeña ilustración enmarcada con un osito durmiendo sobre la barriga de un gran oso.Al introducirnos en la historia a través de la primera doble página observamos al pequeño oso persiguiendo a la abeja que ha conseguido colarse en el interior de la historia.
Dichos elementos de la historia pueden pasar desapercibidos, pero el autor-ilustrador los ha introducido como un elemento lúdico más de una propuesta en la que el lector debe comportarse como un investigador.
10. No te conformes con la teoría, consulta libros y analiza sus portadas. Pregúntate si son buenas o malas, si te gustan o no y por qué... descubre por ti mismo los ingredientes que son necesarios para diseñar una buena portada.
Espero que tras leer esta entrada tengas muchas más ideas a la hora de diseñar tu mejor carta de presentación.
Por cierto, en la búsqueda de cubiertas originales con las que ilustrar esta entrada, he encontrado este post sobre las mejores cubiertas de “cuentos de navidad” que puedes consultar aquí
Si tienes alguna sugerencia, recomendación, o pregunta, me encantará leerla en el apartado de comentarios.

Y si no quieres perderte el siguiente post, ¡suscríbete al blog!
¡Nos leemos dentro de quince días en la próxima entrada!