Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial. Asimismo, el crecimiento de la obesidad infantil en los países desarrollados es espectacular y preocupante.
Culturalmente aún persiste la creencia entre muchos que un niño gordito es señal de buena salud, pero los expertos en nutricción infantil no asocian el concepto de salud al hecho de estar delgado o gordo, sino que lo relacionan con que el niño esté sano.En la última Jornada Nacional sobre Obesidad y Factores de Riesgo Cardiovascular, realizada en Madrid, España, se diagnosticó la obesidad infantil como una enfermedad emergente.
Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.Pero tambien la obesidad puede derivar en trastornos psicológicos.
Para prevenir la obesidad infantil es importante intervenir lo antes posible,puesto que con la edad va resultando más difícil introducir cambios. Aún así, no es imposible y aquí tenemos 10 pasos que son pequeños cambios muy poderosos entre otros consejos:
- Servir raciones adecuadas para la edad del niño.
- Tener en el hogar una variedad de hortalizas, frutas y cereales integrales
- Escoger leche y productos lácteos bajos en grasa o desnatados.
- Limitar el consumo de carnes rojas o de derivados cárnicos.
- Promover el consumo de legumbres y frutos secos.
- Retirar de la vista del niño las tentaciones ricas en calorías
- Fomentar la actividad física, sin olvidar que los niños imitan a los adultos
- La bebida de elección para calmar la sed debe ser el agua.
- Se debe limitar el consumo de azúcar, bollería y, sobre todo, bebidas azucaradas (“refrescos”).
- Restringir a no más de 2 horas diarias el tiempo que los niños dedican a ver televisión, jugar a videojuegos o a navegar por Internet
Para el tratamiento de la obesidad adulta también tenemos recomendaciones que relacionan la dieta, nutricción y prevención de enfermedades crónicas (OMS): dieta, ejercicio físico, modificación del comportamiento, tratamiento farmacológico e incluso quirúrgico.
Quizás no estaría de más recordar esta frase de: ““Uno debería comer para vivir, no vivir para comer.” Benjamín Franklin