Al observar a dos chicas que sean muy amigas, te darás cuenta de que comparten muchas cosas. Tal vez sean casi idénticas en altura y constitución físicas. Ellas le dan mucha importancia a eso, aunque piensen de manera algo diferente, su físico les permite mantener la relación amistosa. En otras ocasiones, son totalmente diferentes por fuera pero hay unas características de personalidad que son prácticamente idénticos. Ven las cosas de una forma muy parecida, lo que las hace estar muy unidas.
Las personas nos unimos en clubes de coleccionistas, amantes de arte, de perros, buceadores, pesca, futbol, artes marciales o cualquier cosa. Cuando descubrimos en un desconocido que comparte la misma afición que tú, automáticamente sientes una sensación de simpatía hacia esa persona, es algo mutuo, aunque no lo conozcas de nada. Aunque haya muchas diferencias de otro tipo entre vosotros.
Los investigadores han descubierto que por encima de las demás cosas que hemos comentado, en primer lugar, sin necesidad de hablar, lo que hace que dos personas se sientan relacionadas, que nazca una corriente de mutua comprensión entre ellas e incluso una atracción, es la similitud de su fisiología o su lenguaje corporal.
A ti como a cualquier otra persona, le cae bien la gente que tiene características comunes a la tuyas, cuantas más mejor.
Uno de los mejores medios para conseguir una relación entre dos personas consiste en reflejar o crear, como en un espejo, una fisiología o lenguaje corporal similar.
Mientras las palabras actúan a nivel consciente, la fisiología o lenguaje corporal, lo hace a nivel inconsciente. Ahí es donde llegamos a pensar; me cae bien esa persona, no se exactamente por que, pero parece alguien estupendo, creo que se parece a mi en el fondo. Cuando ocurre esto se crea una fuerza de atracción tremenda, un vinculo fuerte y poderoso, tanto más fuerte cuanto más inconsciente es.
Al igualar el lenguaje corporal y la tonalidad de la voz, podrás ganar muy rápidamente la confianza de cualquier individuo.
Debes comenzar por la voz. Procura igualar la tonalidad y el estilo de frases de la otra persona. Observa como es el tono y la velocidad. Sus pausas, el volumen de la voz. Sin que se de cuenta utiliza las mismas palabras. Inténtalo poco a poco con la manera de mirar, los movimientos de los brazos y las manos, la manera de estar sentado o de pie, las expresiones faciales, los movimientos del cuerpo, la postura hacia delante o hacia atrás, la sonrisa en el mismo momento y sobre todo con el ritmo de su respiración.
Autor Karlos