Ya huele a Semana Santa, se ven ya los roscos fritos por las pastelerías, los pestiños, la leche frita y las torrijas, ya están colocando en el Paseo de Almería los estrados para ver las procesiones, y están en todos los escaparates los carteles anunciando las distintas procesiones...ya parece que es inminente, y aún queda un mes...
Aprovechando que en éstas fechas se consume mucho bacalao y puedo encontrarlo fresco en las pescaderías, he probado a hacerlo ahumado, tal y cómo hago el salmón ahumado casero, y el resultado ha sido más que satisfactorio, unas lonchas preciosas y un sabor exquisito.
Y para celebrar lo bien que ha quedado el bacalao, he hecho natillas, otro fijo en mi casa en éstas fechas y ya casi han desaparecido, y eso que he hecho un litro de leche....y es que tengo un "monstruo de las natillas" con 9 años, que no para de pedírmelas y hoy ha sido su día, se ha puesto las botas!
Este bacalao es "gourmet" es decir, de primera calidad y encima hecho en casa, por muy poco dinero, yo compré el bacalao entero y me lo arreglaron de tal manera que la cabeza me ha servido para guisos de pescado, y las tajadas que salieron de la zona de la tripa, las he cocinado con panadera de patatas y calabaza...todo un acierto, porque éste bacalao es carísimo en las tiendas, si compramos unas lonchas los 100 gr. nos salen por más de 2 euros y con ésta cola me ha rendido bastante, ha salido una buena cantidad de lonchitas pequeñas y logré sacar unas 8 tiras largas y finas.
INGREDIENTES
Una cola grande de bacalao fresco sin espina abierta en dos (1, 5 kg. aproximadamente)
1 kg. de sal gorda ahumada
aceite de oliva virgen extra
1 guindilla
4 ajos grandes
ELABORACIÓN
Necesitaremos una bandeja en la que los lomos quepan a lo ancho y a lo largo, ponemos una capa fina de sal en la bandeja, colocamos los lomos con la piel abajo y de forma que la parte de la cola de una coincida con la parte de las agallas de otra, de ésta manera aprovecharemos mejor el espacio, y cubrimos con el resto de la sal, tapamos con film plástico para que no salga el fuerte olor a ahumado y metemos la bandeja en el frigorífico durante 24 horas***.
Una vez que ha pasado éste tiempo, sacamos el bacalao de la sal, lo lavamos bien y lo secamos con papel de cocina.
Retiramos la piel haciendo un corte en el final de la cola o en un extremo de la parte de las agallas, tirando con los dedos y ayudándonos si es necesario con un cuchillo muy afilado, y con los dedos vamos localizando las espinas de las agallas y las retiramos con unas pinzas**
Una vez que tenemos el bacalao totalmente limpio, lo partimos en dos por el sitio por dónde iba la raspa, lo apoyamos en una madera de corte y con un cuchillo muy afilado hacemos lonchas lo más grandes y finas que podamos, empezando a cortar desde la cola hacia arriba, reservamos las lonchas grandes*** y vamos recogiendo los recortes.
Una vez que tenemos todo el bacalao cortado, recogemos todos los trozos pequeños, los hacemos bien finos y los introducimos en un cuenco con un buen aceite de oliva, unos ajos y una guindilla.
***Por suerte no son muchas espinas, no os preocupéis, se hace rápido.
***Con las lonchas grades podemos hacer lo mismo, o utilizarlas en otra preparación, esa será la receta que publicaré en los próximos días.