Cómo hacer un lavado nasal

Por Blogdefarmacia.com

Para resolver algunos problemas respiratorios con origen en las fosas nasales no necesitamos adquirir costosos remedios y probar terapias demasiado extrañas. Una técnica ancestral, conocida como lavado nasal, puede ayudarnos a mejorar una amplia variedad de problemas nasales de forma rápida, limpia y segura.

El lavado nasal está recomendado para eliminar el exceso de mucosidad en las fosas nasales, está indicado en casos de sinusitis y actúa como cicatrizante de heridas en la parte interna de la nariz. En casos de inflamación de la mucosa nasal también puede brindar alivio y desinflamación. Algunos casos de dolor de cabeza también pueden mejorar notablemente con la aplicación de un lavado nasal.

Para efectuar un lavado nasal solo necesitaremos una solución salina con una concentración del 0.9% (basta con disolver una cucharadita de sal marina —no debe ser sal de mesa— en una taza de agua tibia). Colocaremos la solución en un recipiente con un pico vertedor y procederemos a efectuar el lavaje. En primer lugar tenemos que inclinar la cabeza a 45 grados para introducir el agua en una fosa nasal. Después de que el agua haya ingresado inclinaremos la cabeza hacia la otra dirección en la misma inclinación de 45 grados. Al terminar el lavado nasal veremos que la solución pasa de un orificio nasal al otro arrastrando todo tipo de gérmenes y pequeñas partículas de polvo, junto a la mucosidad acumulada.

Después de efectuar un lavado nasal podemos volver a respirar como de costumbre por las dos fosas nasales a los pocos segundos de concluir. Puede que al terminar este lavado nasal sintamos la necesidad de escupir restos de solución que pueden haber pasado al canal faríngeo. Esta técnica de lavado nasal podremos repetirla a voluntad siempre que nos encontremos con algún problema respiratorio de origen externo.