En mi tierra no nieva casi nunca, pero el día que lo hace la ciudad se colapsa, pequeños golpes con los coches, caídas, incluso hay gente que falta al trabajo con la excusa de que nieva…
La nieve es un gran acontecimiento y hay que aprovechar esos milímetros de nieve ; ) (es que no suele nevar mucho más)
Recuerdo hace unos años cuando estuve viviendo en Pamplona deseaba con todas mis fuerzas que nevara, pero la nieve se hizo de rogar,y casi en marzo, lo hizo.
Y allí sí que nevaba de verdad, pero los pamploneses no parecían amilanarse ante tan eventual acontecimiento, pero para mi, una forastera, ¡era el evento del año!
Compré una cámara, de esas desechables, y me marché a dar vueltas por la ciudad, a fotografiar la nieve, a tocarla, a morderla e incluso a olerla (y no, no huele a nada).
Fue un día estupendo, incluso estuvimos haciendo el ángel en el suelo, cómo si tuviésemos 10 años y fuese nuestro primer contacto con el medio gélido.
Llegué a casa chorreando y tiritando, pero la mar de feliz.
Jamás he olvidado ese día.
Por eso cuando Manualidades con mis hijas me retó a hacer un muñeco de nieve, sólo tuve que rememorar aquél día, y ponerme manos a la obra.
Así que esta es mi aportación al reto:
Un muñeco de nieve hecho con pompones, allá vamos:
Materiales necesarios:
Lo primerito es hacer los pompones aquí te dejo los pasos, pero si te lias, puedes mirar este vídeo al final de este post
Después, sólo tienes que cortar unos trocitos de alambre, unos ojos, tres círculos que harán de botones y la nariz, que es un triangulo doblado por la mitad:
Y al final, quedará tal que así:
Es muy fácil de hacer y podrás ponerlo como decoración junto a la chimenea, en el árbol o donde más te guste.
Y sobre todo, que pases una muy Feliz Navidad, ¡nos vemos a la vuelta de vacaciones, el año que viene!