Es evidente que cambiar de barrio, ciudad o país , es más sensible para los niños. ¿Cómo afrontan los niños la mudanza?
- Suelen sentirse desplazados ya que no se les pregunta para toma de decisiones ni de detalles concretos. No suelen participar en reparto alguno de trabajo y sólo ven que sus cosas van a parar a cajas.
- Nerviosismo a causa de no saber que les espera a corto plazo en relación a nuevo colegio, amigos, barrio…ya que caemos en el error de no explicarle bien las cosas.
- Perder su entorno. Para un adolescente lo más importante de su vida son sus amigos y esa pérdida puede acusarla mucho con la mudanza.
- Se sienten desprotegidos. Todo el entorno, es decir, amigos, cultura, lugares que frecuenta…te da protección y eso lo ha perdido.
Consejos para evitar estas consecuencias:
- Sería buena idea visitar con el niño el barrio y la nueva casa para que le resulte más familiar antes de realizar la mudanza. Al mostrársela, hablaremos de cuál va a ser su habitación, la de los padres…
- Es mejor mantener al principio la decoración de su habitación y trasladar a la nueva casa sus posesiones y objetos preferidos. Tenemos que tener especial cuidado con aprovechar el cambio para tirar juguetes viejos que puedan ser importantes para el niño.
- No escojas el momento de la mudanza para que haya otros cambios importantes en la vida de los niños.
- Ideal cuando es pequeño es leerle algún cuento o historia acerca de las mudanzas, de los que existen para ayudar a los niños, que puedes encontrar en muchas librerías.
- Proporciona a los peques tiempo y la oportunidad de despedirse de las personas importantes en sus vidas: profesores, compañeros de clases, vecinos.
Deja que tus hijos se involucren en la mudanza poniendo sus cosas en cajas, etiquetándolas y organizándolas. Las cosas que tus hijos aprecien mucho, de ser posible, manténlas a mano, y que los niños sepan dónde están.