La vida moderna muestra nuevas formas de adicción que reflejan un problema real en sí mismo. En tiempos de crisis económica, tener un trabajo se ha convertido en toda una fortuna.
Sin embargo, existen personas que pueden caer en la esclavitud laboral, no desconectan de su jornada al llegar a casa y hacen de su empleo, su centro absoluto. Las personas que sufren adicción al trabajo ponen una atención desmedida a su vida en la oficina y este exceso de atención hace que se resienta su vida personal. Es importante trabajar para vivir y no al revés.
En 3Contigo Coaching te damos las claves para identificar la adicción al trabajo:
1. En primer lugar, quien tiene este problema, no disfruta del fin de semana. De hecho, puede llegar a sentirse mal anímicamente en medio de la angustia de tener la agenda en blanco. Las vacaciones se vuelven una tortura para aquel que se comporta como si el trabajo lo fuera todo.
2. Una persona que tiene adicción al trabajo se lleva los asuntos de la oficina a casa. Sigue pensando en temas laborales mientras está con su familia y sus amigos independientemente de lo que estén haciendo.
3. La persona que sufre adicción al trabajo puede llegar a tener incluso pesadillas en las que existe un miedo de fondo: el miedo a cometer un fallo importante o a tener una mala imagen a nivel profesional. Víctima de ese miedo, el trabajador no se permite a sí mismo parar, relajarse, bajar el ritmo y desconectar como si en caso de hacerlo, fuese a suceder algo grave en la empresa.
4. El adicto al trabajo no disfruta de sus éxitos, de hecho, exagera sus fracasos y resta valor a sus triunfos como si él (o ella) no tuviera ningún mérito por haber logrado esa meta. El adicto al trabajo no disfruta de sus logros porque siempre quiere más. Cuando ha conseguido un reto, pone su objetivo en un nuevo paso ya que toda adicción tiene un componente de obsesión.
5. La adicción al trabajo también conduce a la pérdida de relaciones personales. La persona siempre tiene tiempo para trabajar pero, en cambio, tiene dificultades para encontrar hueco en su agenda para saborear la amistad. Cuando un amigo cercano te llame para tomar un café y no puedas quedar con él un rato en el plazo de dos semanas, entonces, plantéate si hay algo que está fallando.
6. La adicción al trabajo resiente la calidad de vida de quien, ante la excesiva atención al trabajo, se alimenta peor y no descansa ocho horas cada noche. El descanso no es de calidad cuando una persona tiene muchas preocupaciones. A su vez, la falta de descanso adecuado, también produce cambios bruscos de humor.
El mayor problema de la adicción al trabajo es que existen personas que confunden su capacidad de trabajo con la eficacia, la responsabilidad, el sentido del deber y el compromiso con la empresa, o con su propia carrera profesional. Sin embargo, cuando en la vida no existe un equilibrio entre trabajo y vida personal, conviene atender esa señal de alarma. Si la descuidamos, corremos el riesgo de que llegue un momento en que miremos alrededor y estemos completamente solos… o profundamente enfermos.
Maite Nicuesa para 3Contigo Coaching