1. Prometen resultados “rápidos”.
2. Prometen resultados “mágicos”.
3. Prohíben el consumo de un alimento o grupo de alimentos.
4. Contienen listas de alimentos “buenos” o “malos”.
5. Exageran la realidad científica de un nutriente.
6. Aconsejan productos dietéticos a los que atribuyen propiedades mágicas.
7. Están basadas en el consumo de productos dietéticos caros si se comparan con el coste de obtener el mismo resultado mediante alimentos, y vendidos precisamente por quien propugna estas afirmaciones dietético-nutricionales.
8. Incluyen relatos, historias o testimonios para aportar credibilidad.
9. Contienen afirmaciones que contradicen a colectivos sanitarios de reputación reconocida.
**Datos de la Asociación Americana de Dietética (ADA)