Para poder reconocer la violencia de género, es necesario explicar la tipificación que existe y el concepto, para facilitar la comprensión es necesario disociarlo en “género” y “violencia”.
Género
Género en su etimología latina ‘genus’, ‘generis’ significa estirpe, linaje, nacimiento, clase, tipo, naturaleza de algo; está directamente relacionado con ‘gnacis’ que significa nacimiento, ya que tienen su origen en la raíz indoeuropea ‘gen’ que significa dar a luz o engendrar. Para la sociología y otras ciencias sociales, el género está vinculado a la sexualidad y a los valores y conductas que se atribuyen de acuerdo al sexo.
Violencia
En la definición de violencia, encontramos el adjetivo violento, o el verbo violentar o el infinitivo violentarse. Violentar es: Aplicar medios violentos a cosas o personas para vencer su resistencia.
Violento, ta: (Del lat. violentus). Que está fuera de su natural estado, situación o modo, se hace bruscamente con ímpetu, fuerza e intensidad extraordinaria. Que se ejecuta contra el modo regular o fuera de razón y justicia.
violentĭa: calidad de “violentus”, viene de “vis” – fuerza y el sufijo “lentus” – continuo, es decir, “el que continuamente usa la fuerza”.
En sentido estricto, la violencia ha sido definida como el uso intencionado de la fuerza física en contra de un semejante con el propósito de herir, abusar, robar, humillar, dominar, ultrajar, torturar, destruir o causar la muerte.[1]
La Organización Mundial de la Salud define la violencia como: El uso intencional de la fuerza o el poder físico, de hecho o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones. La clasificación de la OMS, divide la violencia en tres categorías generales, según las características de los que cometen el acto de violencia:
- La violencia autoinfligida (comportamiento suicida y autolesiones),
- La violencia interpersonal (violencia familiar, que incluye menores, pareja y ancianos; así como violencia entre personas sin parentesco)
- La violencia colectiva (social, política y económica).
La naturaleza de los actos de violencia puede ser: física, sexual, psíquica, los anteriores incluyen privaciones o descuido.
De acuerdo con lo establecido en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV), podemos clasificar a la violencia por modalidades y tipos.
Modalidades:
- Violencia en el ámbito familiar
- Violencia laboral y docente
- Violencia en la comunidad
- Violencia Institucional
- Violencia feminicida
Tipos:
- Violencia psicológica
- Violencia física
- Violencia patrimonial
- Violencia económica
- Violencia sexual
- Otras formas que lesionen o sean susceptibles de dañar la dignidad, integridad o libertad de las personas.
Por otro lado, Galtung distingue tres tipos de violencia: violencia directa, violencia estructural y violencia cultural.[2]
Violencia directa: debe entenderse “aquella violencia, física y/o verbal, visible en forma de conductas. Se trata de la violencia más fácilmente visible, incluso para el ojo inexperto o desde el más puro empirismo”. Ejemplo de ello son las amenazas, el abuso sexual, la mutilación, etcétera.
Violencia cultural. Su función es legitimar la violencia directa y estructural. Es la discriminación (género, grupos étnicos) y todos los argumentos o conductas que justifican, validan y fomentan la violencia directa.
Violencia estructural. Es silenciosa, se sustenta a través de la desigualdad de poder, generando oportunidades de vida diferentes. Es invisibilizada y naturalizada. Por ejemplo: la explotación, marginación, la desigualdad y la injusticia social.
Podemos notar ahora que la violencia de género es la violencia que se ejerce hacia otra persona del sexo opuesto, en la mayoría de los casos (aunque no en todos) esta violencia va dirigida hacia la mujer por el simple hecho de ser mujer.
La psicología pretende atender las secuelas en caso de haber sido violentada o violentado, pretende también prevenir a hombres y mujeres experimentar tal vivencia. Una forma más práctica y casi tangible de reconocer la violencia de género es a través de la medición de la misma, el “violentómetro” es una herramienta que te puede ayudar a conocer el grado de violencia que posiblemente estés experimentando.
Las consecuencias psicológicas a pesar de no ser inmediatamente trágicas, pueden terminar en suicidio, el temprano y óptimo tratamiento es indispensable para tener una óptima relación y buena calidad de vida, tanto personal como de pareja.
[1] Luis Rojas, Las semillas de la violencia, Madrid, Espasa-Calpe, 1995, p. 11.
[2] Roberto Domínguez et al., El estado de la paz y la evolución de las violencias, Montevideo, Trilce, 2000, pp. 21 y 22.