Cuando estamos solos vemos la televisión o leemos un libro relajados en el sofá, cuando llegan visitas a casa compartimos momentos en el salón, etc.
Por todo ello hay un factor muy importarte en la decoración de esta estancia que en ocasiones pasamos por alto: la iluminación.
Por qué es tan importante la iluminación del salón
Como decíamos, es un lugar en el que pasamos mucho tiempo y la principal razón es que una luz de calidad hará que nos sintamos mejor. Si por el contrario la luz es tenue o poco adecuada para las actividades que desempeñamos en el salón, podríamos acabar con la vista cansada al tener que forzarla y, a la larga, verse afectada nuestra salud visual.
Afortunadamente, hoy, la tecnología nos permite una amplia variedad de opciones que además pueden ser muy económicas y eficientes.
Las lámparas LED, por ejemplo, nos ayudan a implementar en casa un sistema de iluminación mucho más eficiente a nivel energético que nos permite ahorrar, pero además nos da la posibilidad de regular la iluminación en función del momento o la actividad que realizamos.
Consejos útiles para iluminar el salón
Regular la iluminación
Las lámparas LED, por ejemplo, nos ayudan a implementar en casa un sistema de iluminación mucho más eficiente a nivel energético que nos permite ahorrar, pero además nos da la posibilidad de regular la iluminación en función del momento o la actividad que realizamos.
Proyectar la luz en los puntos de más interés
Incluso dentro del salón, seguro que hay alguna zona en la que pasas más tiempo: quizá en el sofá, quizá en tu sillón de lectura preferido…
En este sentido, decorar proyectando la luz hacia los focos de más interés o en los que más tiempo pasas resulta tan importante como tener una iluminación natural.
Distribuir el salón de la forma más adecuada
No todo tiene que ver con colocar luces aquí o allá. Antes de eso es importante que la distribución del salón y las diferentes zonas del mismo, estén distribuidas de la manera correcta.
Una vez que tu salón esté perfectamente distribuido, podrás planificar la iluminación evitando sombras o grandes contrastes que puedan resultar molestos.