Cómo integrar espíritu y materia (y volar muy alto)

Por Agustin Grau @agustgrau

Hay personas muy espirituales. Quizá excesivamente espirituales. Se pasan el día haciendo meditación, repitiendo mantras y buscando en internet los próximos cursos de budismo y yoga. Lo sé porque he sido uno de ellos.

Cuando estás en ese estado, alejado y no integrado en el mundo de la materia, anhelando tan sólo realidades fuera de esta dimensión y buscando respuestas más allá de las estrellas, existe el riesgo de no cumplir tus tareas terrenas. Existe el riesgo de la evasión y de considerar esta realidad, la que vivimos, como algo burdo y material, como algo contrapuesto a nuestra verdadera esencia, alejado de nuestra divinidad.

El alma, evidentemente, siente nostalgia de su origen y anhela el retorno al hogar. Eso está claro y no se puede perder de vista. Pero lo cierto es que vivimos en este mundo, este mundo se llama planeta tierra y en él estamos para hacer cosas. Cosas con los demás, cosas con la materia de la tercera dimensión, cosas en esta realidad, por muy burda que sea.

Mi sistema, mi dinámica de trabajo y mi forma de funcionar, consiste en integrar espíritu y materia. Me interesa emprender actividades sin olvidar que soy un alma en un cuerpo. Me interesa ganar dinero sin olvidar que no es más que una fuente de energía, que fluye, va, viene, retorna, se aleja y se transforma. Me interesa alcanzar el éxito sabiendo que es la simple consecuencia de saberme creador y de fluir con las leyes de la vida.

Cuando integras espíritu y materia sabes que eres una manifestación de Dios, un fragmento del átomo primigenio en viaje por la dimensión terrenal. Y por mucho que estés en esta dimensión, no dejas de ser una porción de Dios, por lo que no dejas de ser un portador de los atributos divinos: abundancia, prosperidad, éxito, alegría, bienestar y plenitud.

¿Hay algo malo en ganar dinero? El dinero no es más que una manifestación de la  abundancia. Y la abundancia es una consecuencia de la plenitud en todos los niveles. Todos los niveles son espíritu y nosotros somos espíritu. Por lo tanto ni somos nada alejado del dinero ni somos nada alejado del espíritu.

Hazme caso: el logro más excelso consiste en integrar espíritu y materia. Entender que el dinero, el éxito, la prosperidad, la plenitud… no son nada alejado, distinto o contrapuesto a Dios.

Integrar espíritu y materia puede ser la más sublime tarea de alquimista que puedes alcanzar en esta experiencia terrena. Y comprenderlo puede ser tu lanzadera hacia el éxito, puede ser el paso decisivo en la aplicación de la fórmula para el éxito.

Emprende, crea, triunfa, gana, disfruta en el camino, y entiende que eres un creador, una creadora, experimentando en el mundo de la materia.

Buenos negocios y buenos éxitos.e