Cómo intervenir ante un caso de ansiedad por separación en un niño

Por Psicologosmalaga @AnsiedadMalaga


Mario es un niño de 4 años que muestra conductas inadecuadas y un intenso malestar ante la separación de su madre. Estas van desde el llanto y las pataletas hasta la evitación de asistir al colegio y otras actividades extraescolares, así como también quedarse solo en casa de un familiar o amigo.

¿Cómo podemos disminuir la ansiedad de Mario ante la separación de su madre?

Ante este caso de ansiedad por separación, uno de los objetivos es instruir a sus padres, y en especial a su madre, para que lleve a cabo una serie de pautas. Se tratarán de pautas claras y concretas con el objetivo de disminuir los comportamientos inadecuados y aumentar otros más adecuados. Así como de instaurar nuevas conductas deseables en el repertorio comportamental del niño.

Lo primero y más importante que enseñamos a sus padres es qué es el reforzamiento y cómo utilizarlo. El reforzamiento es la manera mediante la cual conseguimos aumentar la frecuencia de una conducta. Se realiza aplicando una consecuencia agradable (reforzador) de forma contingente e inmediata a dicha conducta.

Para ello, se indagará sobre qué cosas le gusta al pequeño y se hará una lista de ellas para hacer un uso diverso y no caer en aplicar siempre las mismas. Podrán ser actividades, juegos, comida, objetos o cualquier cosa que le guste al niño, y son las que vamos a llamar reforzadores.

Una vez hayan aprendido como llevar a cabo la técnica del reforzamiento de los comportamientos que hemos definido como deseables en el niño, las pautas a enseñar a los padres son las siguientes:

Reforzamiento de todas las conductas alternativas a las de apego inadecuado

Para ello habrá que crear condiciones para que se den conductas deseables Por ejemplo, si el niño suele llorar y negarse a vestirse por las mañanas porque no quiere ir al cole, podemos crear una condición a través del juego para que se vista él solo, a la vez que elogiamos ( “qué mayor mi niño que ya se viste solito”) mientras lo hace. Puede incluso adquirir una ficha canjeable por algo de la lista de reforzadores, al finalizar el comportamiento que queremos con seguir.

Lo deseable es anticipar los momentos en los que se pueden dar las conductas que queremos eliminar, para crear estas condiciones alternativas y poder así evitarlas.

Si el niño recibe con frecuencia elogios por su buen comportamiento, tenderá a repetir esos patrones comportamentales. Además se sentirá seguro de si mismo y menos miedoso, disminuyendo la ansiedad por separación.

Si los elogios por sí solos no son suficientes para modificar esos comportamientos, podemos implementar “economías de fichas”. A través de ellas se define de forma muy clara el comportamiento que queremos conseguir y reforzamos, con una ficha canjeable, cuando este comportamiento o parte del mismo se lleve a cabo . Esto es muy interesante para emplear en las rutinas de despedida como al dejar al niño en el colegio o en casa de algún familiar o amigo.

Ignorar los comportamientos indeseables

El objetivo de ignorarlos es extinguirlos .Si el niño no consigue nada por estos comportamientos llegará un momento en el que dejará de tenerlos . No debemos temer por no consolar al niño , puesto que ya recibe muchos elogios y muestras de afecto en los momentos en los que su conducta es más adecuada. Si consolamos ante el llanto, por ejemplo, estamos reforzando esta conducta de llanto, ya que el consuelo es agradable para el niño. Por otro lado el regañar o castigarlos también estaría reforzando estos comportamientos indeseables. La atención de mamá o papá aunque sea en forma de regañina puede ser reforzante para el pequeño.

Si las pautas se llevan a cabo consistentemente, cada vez serán menos las veces que debamos ignorar. Finalmente el niño emitirá con mayor frecuencia aquellas conductas que le llevan a la obtención de reforzador tanto social ( elogios, afecto) como de otro tipo, como ir al parque , ver una peli o ver la tablet.

Exposición gradual a las situaciones temidas

Se trata de ir aumentando el tiempo y las situaciones en las que permanece separado de la persona con la que muestra conductas de apego.

Esto lo haremos progresivamente, empezando por las que muestre menor resistencia y no iniciar con una exposición a un contexto o persona nueva hasta haber superado con éxito la situación definida. Si nos hemos propuesto, por ejemplo, que se quede en el colegio sin llanto ni pataleta, no pasaremos a trabajar otro ámbito nuevo hasta que el niño se quede en el colegio sin mostrar comportamientos de escape y emociones desagradables .

Es muy importante acompañar estas exposiciones con reforzamiento social del tipo , “eres un campeón “, lo estás haciendo genial”, “ mamá está muy contenta de …”.Además de asociar estos momentos a situaciones agradables por ir siempre seguidos de sus actividad favorita. Por ejemplo, después de quedarse un ratito en casa de los abuelos sin su madre, irá al parque con mamá, cosa que ya hemos anticipado al pequeño.

Es fundamental que el niño reciba con frecuencia, por parte de sus padres, elogios, conductas de afecto y reforzamiento . Para ello se recomienda estar muy pendientes de cualquier comportamiento deseable que el niño emita . Con esto conseguimos que el niño aumente en seguridad y autoestima y disminuyan sus miedos.

En caso de que la ansiedad por separación persista, es aconsejable acudir a un psicólogo especialista en ansiedad para tratar de disminuirla de la mejor manera posible.

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