Cómo introducir un segundo perro en casa

Por Jgallego19

Después de semanas o meses de planificación y consideración, tomaste la decisión de conseguir otro perro. Dos perros son tan fáciles de cuidar como uno solo, si tu primer perro ha sido bien entrenado y tiene buenas maneras con el nuevo perro. Sin embargo, la introducción de un segundo perro en la familia es financieramente más costoso, requiere más tiempo (en términos de entrenamiento, alimentación, paseos y recogida de desechos), y puede revelar problemas de comportamiento subyacentes en tu primer perro.

Los beneficios de un introducir un segundo perro en casa incluyen:

  • más amor y compañerismo
  • salvar a un perro del refugio o perrera
  • un nuevo compañero de juegos para tu perro actual
  • etc

Antes de adoptar, debes tener las siguientes cosas en mente.

¿Está tu perro preparado para un compañero de juegos?

Antes de introducir un segundo perro en casa, debes valorar si tu perro está listo para un nuevo compañero de juegos. Determina si tu perro tiene problemas de comportamiento subyacentes que necesitan ser abordados, como ansiedad por separación, ladridos excesivos, se lanza o ladra a las personas y otros perros, tirones excesivos de la correa, destructividad y agresión hacia las personas, otros perros u otros animales pequeños.

Los nuevos perros pueden reflejar el comportamiento de tu otro perro, tanto las buenas conductas como las malas. Un perro insoportable puede transformarse de repente en dos y requerir el doble de trabajo. Dos perros que se comportan mal hacen la vida imposible, tanto a tu familia como a ellos mismos.

Muchos conductistas (expertos en comportamiento animal) recomiendan esperar un año antes de darle a tu perro un nuevo compañero de juegos. A un perro puede llevarle más de 6 meses adaptarse a un nuevo entorno, seguidos de otros 6 meses de una relación profunda con sus dueños y de aprenden las reglas de la casa y las órdenes básicas. La integración de otro perro antes de un año es muy factible pero, como dueño, tendrás que estar seguro de establecer el liderazgo a través de reglas de la casa y también los límites para asegurar el éxito.

Selecciona el perro adecuado

Si quieres que tu segundo perro sea compatible con tu perro actual, ten en cuenta algunos rasgos comunes de los perros e intenta responder a cuestiones como las siguientes:

  • ¿Tu perro actual es viejecito o es muy tranquilo?   Llevar a casa una raza con mucha energía o un perro muy joven puede ser muy molesto para tu perro actual. En su lugar, busca un perro cuya energía sea más parecida a la de tu perro actual.
  • ¿Es tu perro dominante?  La introducción de un perro dominante adicional en la familia puede ser una receta para el desastre. Piensa en introducir un perro un poco más sumiso.
  • ¿Es tu perro actual temeroso o tiene poca confianza?  Añadir un perro un poco más asertivo y confiado puede ayudar a tu perro actual a tener más confianza .
  • ¿Tu perro prefiere jugar con machos o con hembras?  Si conoces esta preferencia de tu perro, considérala en el momento de la adopción. En la mayoría de los casos, es más fácil para un macho vivir con una hembra. Sin embargo, con el liderazgo adecuado, las hembras pueden coexistir pacíficamente con otras hembras y lo machos con otros machos.
  • Piensa acerca de las diferencias de tamaño al seleccionar el segundo perro. Si tienes un perro extra grande, un Chihuahua puede no ser la elección adecuada. Durante el juego, un perro grande o extra-grande puede involuntariamente causar graves daños a un perro pequeño (pisarle, sentarse sobre él, etc.). Es posible tener perros de tamaños muy diferentes, pero será necesario vigilar de cerca los momentos de juego entre ambos.

La introducción

Cuando traigas a casa a tu nuevo perro, lleva a tu perro actual al aire libre o a un área neutral (al parque, etc.) y repite el encuentro entre ambos perros.

  1. Pídele ayuda a un familiar o amigo para que controle a uno de los dos perros mientras tú controlas el otro. Mantened a los perros con sus correas y estudiad su lenguaje corporal.
  2. Si ambos perros están felices de verse, espera hasta que se calmen antes de dejar que el perro más tranquilo se acerque lentamente al otro perro. Puedes drenar algo de este entusiasmo dando un paseo con los perros, en el que los controladores caminéis cerca pero lo suficientemente separados para que los perros no puedan interactuar. Si se ponen muy entusiasmados de nuevo, espera hasta que se calmen antes de seguir adelante una vez más. Tómate tu tiempo, este proceso puede durar más de 10 minutos.
  3. Lo ideal es que los perros se olfateen nariz con nariz, y luego la parte trasera. Mira ese olfateo de cerca, ya que es la primera exposición de uno con el otro. Si un perro gruñe, muestra los dientes, mira fijamente en silencio o trata de poner su cabeza encima de los hombros del otro perro, di firmemente “¡no!” y recupera la atención del perro que se está portando mal. Con calma, separad a la pareja y repetid el proceso.
  4. Si ninguna de las señales de advertencia antes mencionadas están presentes, permitid que los perros actúen de manera natural y supervisad la interacción. Mantened las correas arriba para que los perros puedan rodearse entre sí sin enredarse. Si empiezan a jugar o tu perro camina hacia ti sin preocuparse por el nuevo compañero, tienes “luz verde” para introducir al nuevo perro en la familia.
  5. Deja a los perros sin correa y vigila de cerca sus interacciones.

Cuando los perros se sientan cómodos el uno con el otro, llévalos a casa. Debes vigilar de cerca las interacciones de los perros durante las primeras 24 horas. Asegúrate de que tienes el tiempo necesario para destinarlo a observar cada interacción y cada sesión de juego que tus perros tengan juntos. Es tu trabajo detener el comportamiento no deseado antes de que derive en dominación o incluso acabe en pelea.

Consejos para el éxito

A continuación te damos unos consejos cruciales para garantizar que ambos perros pasarán con éxito el período de transición. Recuerda que cuantas más precauciones tomes más éxito tendrá la integración.

  • Cuando los perros se queden solos, asegúrate de separarlos con puertas para bebés o cajas. Así evitarás los altercados no deseados mientras los perros se van conociendo.
  • Prevén los altercados relacionados con la comida evitando la alimentación libre. Da de comer dos veces al día a ambos perros pero por separado, por ejemplo, en habitaciones diferentes o en diferentes rincones de la habitación.
  • Controla a tus perros cuando les des huesos y golosinas. Comienza por dárselos cuando estén separados. Cuando los perros tengan más confianza en tu liderazgo, y tú tengas más confianza en ellos, comienza a supervisar ese “tiempo para masticar” con los perros en la misma habitación. ¡Nunca dejes los huesos sin vigilancia! Para la mayoría de los perros, esto es un potencial motivo de pelea.
  • Asegúrate de que hay suficientes juguetes y camas para los dos perros. Durante las primeras semanas, observa los momentos de juego, especialmente cuando juegan con juguetes de cuerdas o con cualquier juguete que pueda resultar en un juego de “tira y afloja”, y con juguetes ruidosos. Los perros con grandes instintos de cazadores pueden llegar a ser posesivos con los juguetes ruidosos, puesto que los sonidos “chirriantes”  pueden parecerse a los de los sonidos que hace un pequeño animal cuando está siendo asesinado.
  • Controla los momentos de juego y sé consciente del lenguaje corporal de un perro para con el otro, incluidas las señales sutiles: las ondulaciones de labios, las orejas hacia atrás, el pelo erizado, la cola en alto, una postura corporal rígida y las miradas fijas al otro perro. Si observas estos signos, corrige al perro diciéndole que se acueste y espera hasta que se relaje (detectarás que está relajado mediante un cambio en su lenguaje corporal). Si el segundo perro hizo algo para merecer tales advertencias por parte del primer perro, asegúrate de corregirle también a él. La mayoría de juegos entre un macho y una hembra será autorregulado (es decir, las hembras se encargarán de corregir al macho cuando juegue demasiado rudo). Sin embargo, es importante intervenir y corregir a un perro cuando no está respondiendo a las correcciones dadas por el otro perro. Tienes que saber que algunos perros se vuelven muy vocales durante el juego, lo que hace que algunas personas malinterpreten un “gruñido” creyendo que se trata de algo virulento. Sin embargo, el “gruñido” se debe poner en contexto: ¿fue parte del juego?, ¿el otro perro le devolvió el gruñido?
  • Asegúrate de darle a cada perro una atención individual, tal como lo harías con niños. Esto se puede lograr durante las sesiones de entrenamiento, los paseos, las visitas al veterinario y las excursiones a la tienda de mascotas y a los parques.

La importancia del paseo

Los paseos diarios son cruciales para construir y fortalecer el vínculo entre tu manada. Los perros son animales de manada. Hay un perro alfa y el resto son subordinados. Dado que los perros caminan en manada, siguiendo al alfa, es crucial que recrees la experiencia de un paseo con tus perros caminando con ellos todos los días. El perro alfa es el que lidera el grupo; por lo tanto, tú tienes que caminar delante y tu perro te debe seguir a tu lado o detrás de ti.

La mayoría de los perros no saben cómo pasear instintivamente, por lo que tendrás que entrenarlos. Una vez que hayáis entrenado esto lo suficiente y te sientas confiado, estarás listo para caminar con dos perros a la vez, con uno en cada mano. Debes mantener a los perros detrás de ti y corregirles cuando intentan pasar sus hombros por delante de tus rodillas. Tú eres el alfa y tus perros sólo pueden seguirte a ti. Tus perros olfatearán los arbustos cuando tú les permitas olfatear los arbustos, de lo contrario continúa caminando y dile “vamos“. Controlar las acciones de tus perros les demuestra tu liderazgo. Ellos aprenderán que tú controlas el paseo y a la manada.

Después de un mes de una cuidadosa supervisión, corrigiendo los malos comportamientos, paseando y controlando la alimentación, tu perro sabrá que tú eres el alfa y el nuevo perro no será una amenaza para él. Una vez que los perros comiencen a sentirse seguros el uno con el otro, aflorarán sus verdaderas personalidades y tendrás dos maravillosos miembros en la manada para tu entretenimiento y disfrute por el resto de sus vidas.