Un estudio publicado
en la revista Proceedings dirigido por la
Academia Nacional de Ciencias , aborda esta cuestión utilizando las ideas
recolectadas de organoides, de células que poseen estructura y función rudimentarias
de la piel, incluyendo la capacidad de crecer el pelo. En el estudio, se
utilizaron células de piel disociadas de un ratón recién nacido tomaron
centenares de películas del timelapse para analizar el comportamiento colectivo
de la célula. Observaron que estas células formaron organoides mediante la
transición a través de seis fases distintas: 1) células disociadas; 2) células
agregadas; 3) quistes; 4) quistes unidos; 5) capas de piel; Y 6) piel con
folículos, que producen cabello robusto después de ser trasplantado en la parte
posterior de un ratón anfitrión. Por el contrario, las células disociadas de la
piel de un ratón adulto sólo alcanzó la fase 2 de agregación antes de paralizar
su desarrollo y no producir el pelo. Para entender las fuerzas en juego, los
científicos analizaron los eventos moleculares y los procesos físicos que
impulsaron la formación exitosa de los organoides. En varios puntos de tiempo,
observaron una mayor actividad en los genes relacionados con: el colágeno, la insulina, la formación de láminas celulares, la
adhesión, muerte o diferenciación de células; Y muchos otros procesos. A
continuación, bloquearon la actividad de genes específicos para confirmar sus
papeles en el desarrollo. Al estudiar cuidadosamente estos procesos de
desarrollo, los científicos obtuvieron una guía molecular de las células
individuales de la piel a autoorganizarse en organoides que pueden producir
cabello. Luego aplicaron este "cómo" guía a los organoides estancados
derivados de células de piel de ratón adulto. Proporcionando las señales
moleculares y genéticas correctas en la secuencia apropiada, fueron capaces de
estimular estos organoides adultos para continuar su desarrollo y eventualmente
producir cabello. De hecho, los organoides adultos produjeron el 40% de pelo como los organoides recién nacidos, con una
mejora significativa. En el futuro, este trabajo puede inspirar una estrategia
para estimular el crecimiento del cabello en pacientes con condiciones que van
desde la alopecia a la calvicie.