Cómo lograr que la manicura dure más tiempo es fácil si sigues este paso a paso. Porque no todo se reduce a esmaltes de larga duración.
Paso 1: Limpieza total
Igual que desmaquillarnos es obligatorio antes de maquillarnos de nuevo, con las uñas sucede exactamente lo mismo. Si queremos lograr que la manicura dure más tiempo, lo primero que debemos hacer es eliminar cualquier resto de la manicura anterior (la suerte que tenemos es que los quitaesmaltes instantáneos nos han venido a facilitar la vida y a ahorrar tiempo y engorro de andar con los algodoncitos de acá para allá).
Otro paso importante que no debes saltarte es lavarte las manos después de utilizar un quitaesmalte, para que la uña quede libre de restos de producto.
Cuidado de uñas y cutículas con aceite de camelia, de Sephora; y quitaesmalte ’1 Second’ de Bourjois, con aceite de almendras.
Paso 2: Hidratación y más hidratación
Las uñas, como la piel, son fiel reflejo de la salud del cuerpo. Están expuestas a agresiones externas y necesitan cuidados específicos para evitar que se agrieten, se rompan, se estríen, amarilleen etc. En realidad no son más que un tipo de piel modificado por queratina, un tipo de proteína fibrosa muy resistente; pero es igualmente una parte viva del organismo que, como el resto, necesita hidratación.
Antes de comenzar a pintarte las uñas y como un paso clave para que la manicura dure más tiempo, aplica crema o aceite hidratante. Los hay específicos para uñas y cutículas, pero si no tienes, utiliza crema de manos normal y corriente. Deja actuar un rato (aprovecha si quieres para cortarlas o limarlas) y después vuelve a lavártelas, para retirar el exceso de producto que no haya sido absorbido por la piel.
A la izquierda, Cuticle Cream de Eve Lom, un producto que hidrata y repara la cutícula. A la derecha, todo un clásico: Crème Abricot, de Dior. Se creó en 1963 para el cuidado de las cutículas y las uñas y desde el primer momento fue un éxito por su fórmula de agentes emolientes y fortificantes.
Paso 3: Limar adecuadamente
Un limado adecuado conseguirá un aspecto de las uñas más estilizado. Recuerda que debes limarlas siempre en el mismo sentido, porque de otra manera puedes correr el riesgo de que se escamen o se dañen. Empieza por la zona exterior y después por los lados.
Paso 4: Prebase o base tratante
Igual que en maquillaje tiramos de prebase para conseguir un efecto más duradero, con la manicura ocurre lo mismo. En el mercado encontrarás fórmulas básicas, que consiguen crear una película que evita que los pigmentos penetren en la uña (fundamental que no ocurra cuando los tonos son muy oscuros), pero también hallarás prebases con todo tipo de tratamientos: para endurecer, rellenar estrías, blanquear, aportar vitaminas o calcio etc. Todas las bases conseguirán que el color se fije mejor a la uña y, por tanto, que la manicura dure más tiempo.
Base correctora y alisante de Bourjois, y base antiedad y antiestrías de Essie.
Paso 5: Por fin el color
La fiebre nail art nos ha dejado colores impensables hace unos años. Las mujeres (y en especial las españolas) no salíamos de los rojos, los vinos, los crudos y los marrones, a ser posible nacarados. Eso ha terminado y hoy lo que es imposible es buscar un color de uñas, por raruno que sea, y no encontrarlo, sea o no tendencia de temporada. Y si no lo encuentras lo puedes fabricar, mezclando tú misma, haciendo dibujos, poniendo tattoos… Te hagas la manicura que te hagas, empieza por aplicar la laca siempre desde la zona más cercana a la cutícula y por el centro de la uña, para continuar a continuación por los laterales. Vale más aplicar un par de capas finitas que una gruesa, para que no se acumule producto, que tarda en secar y lo único que consigue es que las uñas se estropeen al mínimo roce. Hay fórmulas de secado rápido y de larga duración.
En metalizado tornasol, de Masglo; y un nude básico, de Marc Jacobs para Sephora.
Dos tonos de la colección otoñal ‘Cuir Fetiches’ de Yves Saint Laurent, a cuál más apetecible.
Rosa palo y vino intenso, dos de los colores de la colección de Korres para este otoño.
Paso 6: No te olvides del top coat
Es la capa final pero la definitiva para lograr que la manicura dure más tiempo. Crea una película protectora que conseguirá que el color no se desgaste ni se raye ni pierda brillo.
Top coat anti descascarillamiento, de OPI, y quitaesmalte de aceite de almendras dulces, de The Body Shop.
Paso 7: No esperes (si no quieres) para el secado
Si no tienes tiempo para asegurarte de que la laca de uñas ha secado por completo, utiliza un producto de acabado, lo hay en gotas, en laca… Cuanto antes sequen, más durarán.
Gotas de secado rápido de Essie y Nail Polish Fixer, de Kiko Make Up Milano, una laca fijadora en spray, con una fórmula de silicona que crea una barrera protectora invisible.