Además, los alimentos pueden estimular el sistema fibrinolítico encargado de disolver los coágulos.
Por lo general, las personas con más probabilidades de sufrir aterosclerosis y ataques cardiacos tienen un nivel alto de fibrinógeno y una baja actividad fibrinolítica.
Alimentos que desestimulan la coagulación: aceite de pescado, ají, ajo, cebolla, jengibre, jugo de uva, vino (tinto), wakame (alga parda).
Foto cortesia de www.google.com