Investigadores de la Universidad de California, Berkeley, descubrieron lo que ayudo a que los humanos antiguos no se
infectaran con los Virus de Inmunodeficiencia. La barrera fue una mutación en las
células humanas que impedía que el virus de inmunodeficiencia simia (SIV) obligara a estas células a eliminar miles
de copias más del virus, como resultado, los humanos no pudieron reinfectarse
unos a otros. Esta mutación genética interferia con la capacidad de una proteína
SIV para unirse fuertemente a dos proteínas humanas y enviarlas a la
destrucción dentro de la célula, en lugar de combatir el virus. Los
investigadores utilizaron la microscopía crioelectrónica, para determinar la
estructura de este complejo de proteínas y descubrieron que la mutación
interrumpía de manera tan efectiva los sitios de unión a las proteínas que al
SIV le tomó mucho tiempo encontrar una solución alternativa. El sitio de unión
involucrado es estructuralmente muy complejo, por lo que esencialmente no es
posible adaptarse a él una vez que se pierde la unión fuerte. Probablemente
hubo muchos cruces entre humanos que fallaron, pero eventualmente, algún humano
fue expuesto a la sangre, de un chimpancé y el virus adquirió una mutación
adicional, un pequeño paso que convirtió el SIV en VIH. La estrategia general es encontrar regiones en las estructuras de
las proteínas humanas que son atacadas por virus, pero que el huésped no
necesita, de modo que se pueda diseñar un medicamento para atacar esa región. Este
trabajo se publicó en la revista Cell Host & Microbe.