Las vitaminas son compuestos químicos orgánicos que se encuentran en pequeñas cantidades en los alimentos y que son indispensables para la vida.
Para mantener intacto el valor de las vitaminas, no se deben olvidar una serie de presupuestos básicos de la nutrición:
-Guardar las comidas frescas en la nevera durante varios días contribuye a que los alimentos pierdan disminuidos sus valores nutricionales. Aquellas personas que se hallan imposibilitadas de realizar las compras en forma diaria, les es conveniente optar por las frutas y verduras congeladas, ya que las mismas conservan los nutrientes esenciales.
-Evitar los alimentos enlatados, también la cocción prolongada de los vegetales frescos, como así mismo se debe también evitar dejar los productos mucho tiempo fuera de la nevera, tratando siempre de prepararse las ensaladas en los momentos previos en los que será consumida.
-La mejor manera de cocinar los vegetales de forma en que estos no vean disminuidas sus propiedades vitamínicas, es hervirlos al vapor o con la menor cantidad de agua posible. Luego, puede emplearse el líquido de la cocción para incorporarlo en sopas u en otras preparaciones.
-Las patatas y calabazas horneadas con la cáscara conservan en mejor forma sus valores nutrientes. Si se prefiere el consumirlas hervidas, es conveniente para ello no cortarlas ni quitarles la cáscara.
-No cocinar los vegetales con bicarbonato de sodio, ya que al hacerlo, este producto destruye las vitaminas que se encuentran en ellos.
-Consumir estos alimentos para incorporar vitaminas liposolubles (A, D, E, K): hígado, yema de huevo, vegetales de hojas verdes, frutas de color anaranjado y amarillo, calabaza, pescado lácteos, aceites vegetales, germen de trigo, frutas secas y cereales integrales.
-Para incorporar vitaminas hidrosolubles (C, B1, B2, B6, biotina, ácido fólico, B12, niacina, ácido pantoténico), debe consumirse: cítricos, kiwi, frutilla, vegetales de hoja verde, legumbres, cereales, germen de trigo, levadura de cerveza, leche, carne y huevo.