Para la boda de su hermano, Elena tiene un vestido largo de apariencia dos piezas. Con cuerpo superior sin mangas en color champán y falda en negro o marino (por las fotos, no se distingue con claridad). Lo va a combinar con un conjunto de pendientes y sortija en cristal. Y necesita ideas para el peinado.
Para entonces tendrá el cabello más largo. En este caso, el cuello del vestido y los pendientes mandan. Ambos tienen protagonismo y hay que dejar que se vean. Así que le recomiendo que aproveche el bucle natural que parece tener su pelo y que se haga un recogido semibajo. Es una opción perfecta para el aire del vestido y para lucir los pendientes.
En cuanto a los zapatos, las sandalias de tiras son las más adecuadas. En dorado es una apuesta segura. Al igual que en la cartera de mano, tipo clutch: pequeña y rígida.
Si hace fresquito o para cubrirse los hombros, una estola de marabú en negro/marino (en función de la falda) será el complemento diez.
Seguid tan guapas.
No se te ocurra: carteras de mano grandes. No. Tampoco de piel blanda, ni cutres. No te plantes un vestido maravilloso y una cartera de mano cuyo plástico se vea a la legua.
Lo mismo con los zapatos. Aunque el vestido sea largo, SE VEN. Mejor sandalias o de los modelos salón abierto por detrás. Preferibles a los salones clásicos.
No te vayas a poner unas medias tupidas por debajo del vestido. Por lo mismo: es largo, sí. Pero se ve.
No renuncies a la faja. Increíble el efecto divino que hace. Viva la faja. Larga vida a la faja.
Lo encontrarás en: el vestido de Elena es de Carolina Herrera. Sus pendientes y sortija, de Swarovski.
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