➤Cómo mejorar la comunicación en pareja: 7 secretos para lograrlo

Por Psicmarissa @m_glover21


Una buena comunicación en pareja es la clave para el éxito de la relación. También sabemos que es una de las partes más difíciles de estar en pareja.
De hecho, los problemas de comunicación es uno de los principales motivos por los cuales las parejas acuden a terapia psicológica.
Las parejas que carecen de una buena comunicación son más propicias a los malos entendidos, falta de compresión hacia el otro, falta de claridad hacia los objetivos que se desean alcanzar como pareja, entre otro tipo de conflictos.
Pero, ¿cómo mejorar la comunicación en pareja? En este post te presentaré 7 secretos claves que puedes comenzar a aplicar a partir de este momento y propiciar que exista una sana comunicación. ¡Conócelos!

Cómo mejorar la comunicación en pareja: 7 secretos


  1. Escuchar con atención:  Es necesario aprender a escuchar incluso en los momentos más incómodos: cuando vamos de prisa porque se nos hace tarde o cuando estamos llenos de estrés y preocupaciones.

    A pesar de la lista interminable de tareas que tengamos en el día a día, es muy importante que escuchemos, desconectemos de nuestras preocupaciones y conectemos con el otro.

    Escuchar con atención implica estar atento a lo que la otra persona nos quiere decir y hacerle ver que eso que está diciendo es importante para nosotros.

    Para escuchar con atención puedes poner en práctica lo siguiente:

    -Mira a los ojos a tu pareja cuando esté hablando

    -Repite algunas cosas que esté diciendo tu pareja que consideres importante resaltar

    -Pregunta si no entiendes algo

    -No interrumpas a tu pareja, habla cuando haya terminado de hablar.


  1. Reserva un momento para hablar de los problemas:  Mantener un tiempo específico dedicado a hablar con calma sobre sus problemas es altamente efectivo y los ayuda a ser más productivos.

    Organizar un momento en un futuro cercano en el que ambos estén cómodos y tranquilos es ideal para encontrarles una solución y evitar malos entendidos.

    Tal vez puede ser una hora por las mañanas, un domingo por la tarde cuando se está más tranquilo o quizás ambos deben ajustar su horario para encontrar ese momento ideal.

    Frecuentemente, las parejas discuten conforme se va desarrollando el problema sin importar si es o no un buen momento para hacerlo.

    Aunque a veces esto puede funcionar, reservar un tiempo para ello los puede ayudar a sentirse más abiertos y tranquilos con su pareja.

    Tomarse un tiempo ayuda a ver las cosas desde una nueva perspectiva ya que en el momento en el que ocurre el problema podemos estar alterados y ver solo una parte del mismo.

    Hacer esto también implica respeto y ayuda a generar una atmósfera de buena voluntad entre ambos.

  1. Expresa tus emociones de manera asertiva: Una de las principales razones por las cuales se producen las discusiones y malos entendidos, es por no expresar las emociones de manera adecuada.

    A veces incluso a nosotros mismos nos cuesta identificar lo que sentimos y solemos confundirlo.

    Por ejemplo, es muy común confundir la tristeza con el enojo y en lugar de comunicarle al otro lo tristes que nos ha hecho sentir, solemos mostrarle que estamos enojados.

    Es decir, probablemente nos sintamos enojados porque nuestra pareja ha olvidado una fecha importante para nosotros.

    Por lo que podemos llegar expresarle lo enojados que estamos, reprocharle e incluso herirle verbalmente.

    Sin embargo, no nos damos cuenta que lo que se esconde detrás de esa emoción es la tristeza.

    Y es que realmente podemos sentirnos tristes porque tenemos la sensación de que la otra persona no le dió la suficiente importancia a algo que consideramos especial.

    Así que es importante saber identificar que es lo que estamos sintiendo antes de expresarlo.

    Cuando lo tengamos claro, es necesario explicarle al otro eso que sentimos más que reclamarle o decir cosas de las que nos podemos arrepentir.

  1. Respeto:    Es normal que en una relación de pareja existan desacuerdos o situaciones que puedan hacernos entrar en conflicto.

    Es importante que cuando esta ocurra, no olvidarnos de tratar a la otra persona con respeto.

    Para ello es indispensable cuidar nuestro tono de voz para comunicar problemas.

    Un tono de voz respetuoso, que no sea agresivo ni pasivo, contribuye a generar un diálogo productivo.

    Cuando se comienza a herir verbalmente al otro, la relación se vuelve cada vez más vulnerable.

    Por el contrario, cuando somos amables, enviamos un mensaje a la pareja de cariño y atención.

    Por lo tanto es más probable que ambos comiencen a actuar desde la generosidad y el amor.

    Lo mejor que podemos hacer es “poner un alto”, si es posible, irnos a otra habitación  y tranquilizarnos.


  1. Aprende a negociar: Muchos de los conflictos que aparecen en la pareja se producen cuando no se está de acuerdo con la otra persona.

    Hay que recordar que se trata de que ambos se sientan a gusto en la relación y tratar de que exista el mejor equilibrio posible.

    Para ello es necesario aprender a negociar con la pareja y tener en cuenta que en ocasiones se tiene que ceder y viceversa.

    Si aprendemos a negociar, podemos llegar a acuerdos de manera más fácil y rápida.

    Para ello es indispensable comunicar nuestras necesidades y opiniones a la pareja y saber escucharla.

  1. No des nada por hecho: Solemos tener la creencia de que no es necesario comunicarle lo que sentimos o pensamos al otro porque suponemos que el o ella lo sabe.

    Llegamos a pensar que la otra persona sabe lo que necesitamos y damos por hecho que terminará actuando en consecuencia con eso.

    Esta es una de las razones por las cuales aparecen los problemas y las desilusiones.

    Es como si nuestra pareja pudiera leernos la mente y adivinar que es lo que deseamos.

    Aunque a veces pueda ser así y el otro haga cosas que nos agraden, la mayoría de las veces eso no pasará.

    Así que jamás hay que dar nada por hecho y siempre mantener una comunicación abierta y fluida con la otra persona.

  1. No generalices: Solemos caer frecuentemente en la generalización excesiva utilizando palabras como “siempre” o “nunca”.

    Primero que nada, en la mayoría de las ocasiones es incorrecto acusar a la pareja de hacer o no hacer algo precisamente todo el tiempo.

    Esto provoca también que en lugar de escuchar, la otra persona se ponga a la defensiva y el problema se haga aún mayor.

    Algunos ejemplos de ello es cuando le decimos al otro: “nunca haces nada bien”, “siempre llegas tarde”, “nunca me ayudas con esto”, etc.

    Está claro que es casi imposible que eso sea así exactamente, evidentemente hay ocasiones en las que tu pareja haga bien las cosas, en las que no llegue tarde y en las que colabore más con algo en concreto.

    Así que es indispensable evitar este tipo de declaraciones y enfocarlas únicamente a la situación en concreto, haciéndolo siempre de manera respetuosa.

"El mejor regalo que podemos ofrecerle a nuestra pareja es escucharla"
Gracias por visitar mi blog “Dosis de psicología”, como siempre, espero haber podido aportar algo positivo a tu vida.
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