Así que otro punto a tener en cuenta para facilitar la mejora de la memoria es el ejercicio. Está comprobado que al hacer ejercicio, se despeja la mente, se liberan endorfinas y es como si consiguieras limpiarla de estrés y estar nuevamente dispuesta a recibir y memorizar nueva información.
A veces, lo más estresante es querer encontrar algo que dejamos no sabemos dónde y que es preciso encontrar urgentemente, éste es uno de los momentos en que ponemos en duda nuestra capacidad de memoria y más nerviosos nos ponemos. ¿Pero dónde lo dejé? Estoy seguro de que estaba en este cajón… pero el sobre, recibo, dinero, tarjeta, etc no aparece.
Cuanto más nerviosos nos pongamos menos facilidad para recordar tenemos, lo mejor en estos casos es detener el pensamiento, parar un momento, ya que ese estrés que sentimos bloquea nuestra mente. Es recomendable que te relajes unos segundos, cerrando los ojos, respirando profundamente, y entonces estaremos en condiciones de reconstruir el hecho anterior que nos ha llevado a poner el objeto X en algún lugar. Una vez relajados, seguro que viene a nuestra memoria espontáneamente.
Volviendo a nuestros ejercicios de cómo mejorar la memoria de lo que estamos leyendo o estudiando, otra posibilidad es tener a mano lápiz y papel e ir haciendo resúmenes mínimos, esquemas, anotar palabras importantes o destacadas, o incluso dibujar o hacer caricaturas relacionadas con aquello a recordar.
También hacer pausas para comprobar qué hemos conseguido aprender de lo que leemos y conocer de este modo los avances.
Y por último y también contrastado, es que si estudias cuando estás próximo a dormir, los contenidos se fijan con mayor facilidad en la memoria, ya que durante el sueño no hay interferencias.
Espero que os sirva.