Usado en las plantas que la producen como mecanismo de defensa contra los insectos, ya que a altas concentraciones es tóxico, en los humanos su efecto es muy diferente. La molécula inhibe de forma competitiva los receptores de la molécula adenosina, un subproducto del ATP que controla los ciclos de sueño y vigilia. La cafeína es un antagonista de la adenosina bloqueando los receptores de esta sustancia en el cerebro. De esta forma, evita el efecto de inhibición de las neuronas estimulándonos y haciendo que aguantemos más despiertos.
"¿Cómo nos espabila la cafeína?" fue publicado originalmente en la Revista Intersanitaria Nacional Salus.