Una fiesta sorpresa es algo inolvidable, no sólo por la gran expectación que genera entre los invitados, sino sobre todo por el shock y la felicidad que siente el homenajeado. Requiere más esfuerzo, al tener que organizar y despistar a la vez, pero su mayor implicación genera más ilusión, y el amor y el cariño que transmite lo compensan.
de fiestafacil.com
Con las ideas claras y una buena planificación, no es muy difícil organizar una fiesta sorpresa. Lo más complicado suele ser el decidir cuando, y encontrar la excusa para llevar al festejado al lugar de la celebración sin que sospeche nada.
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Primero, decide la fecha y hora. Tiene que ser una hora en la cual el festejado esté disponible (¡no queremos que le pongan una reunión y tengamos que hacer la fiesta sin él!). Lo idóneo es un fin de semana, por ejemplo un sábado por la tarde, que facilita la organización y también la excusa. Un amigo íntimo puede pedirle ayuda en elegir un traje, por ejemplo, o hacer un recado (“Oye, si no te importa, tengo que pasar por la casa de Mayte para recoger un libro…”), o puedes invitarle a una cena íntima que luego resultará ser una fiesta mucho más grande.
Si al festejado le encanta la música de los años 80, le interesa mucho el deporte acuático, o su color preferido es el morado, ¡hazle una fiesta temática! Así será aún más inolvidable y personal.
de Fancy That
Procura que no se vea ningún decorado desde fuera, ningún indicio de que haya una fiesta, para que la sorpresa sea total.
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¡Es muy importante marcar la entrada del sorprendido con mucho ruido, para que el shock sea aún mayor! Lanzadores de confeti, trompetillas y matasuegras, gritos de “¡Sorpresa!”… Y por supuesto, ¡ten listas las cámaras para sacar muchas fotos! Si lo puedes grabar en vídeo, mejor…
de Spaceships and Laser Beams
Un detalle precioso será conseguir que la sorpresa no acabe al entrar en la fiesta. Un regalo personalizado… Unas fotos ampliadas decorando las paredes… Una canción dedicada… Estos detalles seguramente le emocionarán por sentirse tan querido. Y por eso somos sus amigos, ¿no?
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