Cómo pensar menos y dejar de rumiar

Por Psipositivo @Psi_Positivo

Una de las quejas más frecuentes de las personas que vienen a la consulta es el de darle muchas vueltas a las cosas, el pensar demasiado. Esto lo describe muy bien una palabra que se suele aplicar para ello y que hace bastante gracia, que es la de rumiar (a modo de los animales que pegan varias vueltas a los alimentos en su sistema digestivo).

Pensar es inevitable; una expresión inadecuada respecto a prácticas como las de la meditación es la de “dejar la mente en blanco”. No se puede dejar de pensar, no es posible dejar la mente en blanco. Ahora bien, lo que sí es posible y deseable es pensar en una cosa cada vez. ¿Tu cabeza tiende a dispersarse y a centrarse en preocupaciones y problemas? Estos puntos te van a interesar para añadir calma a tu mente y pensar con mayor claridad:

√ Considera las cosas desde una perspectiva más amplia.

En muchas ocasiones nos empecinamos en algo, en una de las opciones disponibles, en un blanco o negro, todo o nada. Sin embargo, en realidad la mayor parte de cosas de la vida no siguen esta dinámica. Si nos centramos sólo en la parte de algo dejamos de lado una perspectiva completa, siguiendo lo que la frase “que los árboles no te impidan ver el bosque”.

√ Ponte márgenes cortos de tiempo para decidir. Sé una persona de acción.

El tener que decidir en el corto plazo y con rapidez parece ser enemigo de la toma de decisiones correctas, pero no tiene porqué ser así. Podemos tomar decisiones acertadas con poco margen de error. El problema de la rumiación es que nunca acaba, siempre tiende a alargarse y a eternizarse. Plantéate tiempos más cortos para decidir, realistas y ajustados. Este artículo mío te ayudará: 4 pasos para tomar decisiones importantes.

√ Date cuenta de que no puedes controlarlo todo.

Querer abarcar demasiado y querer estar presente en todos los procesos y toma de decisiones que tenemos alrededor no es adaptativo y puede llevarnos a un desgaste innecesario. Delegar y priorizar aquí se convierten en los términos clave. Aprendiendo a delegar estarás haciendo un buen aprendizaje para dar prioridad a unas cosas u otras y además darte cuenta de que no todo pasa por ti.

√ Di “basta” en situaciones donde sabes que no puedes pensar con claridad.

En ocasiones habremos de interrumpir el proceso de pensar demasiado. Existe un técnica llamada detención de pensamiento o stop thinking que viene bien para cortar con la rumiación, a modo de intervención cuando detectemos que estemos pensando demasiado. Se basa en darse cuenta de cómo es el proceso, introducir alguna palabra que asociemos al proceso de parar y a continuación meter una distracción, en el enlace de arriba la encontrarás detallada.

√ No te pierdas en miedos difusos.

Esta es una muy buena manera de perderse en pensar sobre esto y lo otro sin llegar a ningún punto, y además pasarlo mal dado que nos estamos focalizando en nuestros temores. El miedo aparece cuando objetivamente hay algo amenazante (alguien nos quiere agreder, un incendio, una situación ante la que nos faltan recursos…) pero en otras ocasiones es más difuso el motivo. Ponle nombre a aquello que temes de la manera más precisa posible.

√ Haz ejercicio con regularidad.

Ya conoces los numerosos beneficios que nos da el ejercicio físico a nivel físico y también a nivel psicofísico. Quizás te suenen menos la repercusión a nivel puramente mental y psicológico, pero el caso es que se ha demostrado repetidamente que hacer ejercicio de manera regular ayuda a pensar con mayor claridad. Mantenemos el cerebro más oxigenado y además nos ayuda a rebajar la ansiedad, enemiga del pensamiento fluido.

√ Pasa más tiempo en el momento presente.

Dice una frase que la depresión es hermana de vivir en el pasado y que la ansiedad viene pareja a estar en el futuro. Viviendo el presente nos permitimos conectar mejor con nosotros mismos y estar así pendientes de lo que ahora mismo pasa en nuestras vidas. La idea es de ocuparnos de una sola cosa en cada momento. Te dejo aquí con este genial vídeo que te ayudará a ello, además de a conocerte mejor:

√ Relaciónate más con personas que piensan de manera clara.

Este será el último consejo y de los más importantes. El modelado nos permite fijarnos en las personas que hacen cosas bien y que queremos adoptar para nosotros. Nos acabamos pareciendo a las personas con las que más relacionamos (lee este artículo para saber más sobre ello).

Practica estos consejos con regularidad y ve reduciendo el volumen de la rumiación. Si te animas a contarnos tu caso abajo, te responderé con pautas concretas para tu caso. !Un abrazo!

Antoni

pd.- ¿quieres ponerte ya manos a la obra y trabajar este tema? Consúltame acerca de opciones económicas para venir a la consulta.