LO QUE NO SE PUEDE MEDIR, NO SE PUEDE MEJORAR
UNA RELACIÓN VALE MÁS QUE UN CLIC O UNA IMPRESIÓN O CUALQUIER TIPO DE MÉTRICA.
El buen rendimiento no va a depender de la herramienta que usemos; más bien de cómo la utilicemos. En este sentido, tendremos que dejar claro previamente que para lograr unos mínimos de garantías funcionales, el sistema que usemos deberá responder a cuatro claves indispensables: suficiencia para compilar datos, ductilidad en la segmentación de variables, capacidad para la integración de los datos y ser capaz de gestionarlos.