Las colas, en pintura, proceden de los huesos, la piel y los cartílagos de mamíferos y pescados; o de productos como la caseína. Las primeras suelen dividirse en colas de piel, colas de huesos, colas de pescado. Entre ellas encontramos la cola de pergamino, que es una cola de pieles de corderos, cabritos y terneros.
El proceso, en este caso, es parecido a lo de la cola de conejo. Necesitamos:
Receta base de la cola de pergamino 1 parte en volumen de trozos de pergamino
3-4 partes en volumen de agua
algunas gotas de vinagre
Es decir, más o menos 120 gramos de materiales por 1litro de agua. Así como en la cola de conejo, se dejan esponjar los trozos una 10 horas como mínimo. Cuando los retales se hayan hinchado y hayan absorbido toda o parte del agua, se calienta la solución al baño maría, sin llegar al punto de ebullición; es decir a unos 50º-60º C, añadiendo agua hasta alcanzar el nivel original cada vez que evapore (si no tenéis un medidor, marcad el nivel original con cinta o un bolígrafo). El proceso es bastante largo, se tarda unas 12 horas mínimo y se tiene que tener cuidado de no calentar excesivamente la solución, si no perderá su poder adhesivo.
Cuando vemos que la solución es lo más homogénea posible, la filtraremos con un paño y tendremos nuestra cola de pergamino. Esta cola se puede utilizar tanto en caliente, como en frío. Para utilizarla en frío, tenemos que añadirle un 7% de vinagre y 3 partes en volumen de alcohol. El orden delas adiciones es muy importante. Antes va el vinagre y luego va el alcohol. De lo contrario, se formarán coágulos. Luego cerramos todo en un frasco limpio y hermético y lo guardamos en un lugar seco.
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