Es importante hablar sobre cómo adaptar nuestros pies a las estaciones que están por venir, ya que son una parte fundamental de nuestro cuerpo, además son quienes sufren más impactos y que, gracias a ellos, podemos caminar y correr.
Si no cuidamos bien nuestros pies tras el buen tiempo podemos sufrir heridas, dolores, picores, malos olores por falta de una correcta higiene, etc. Y debemos evitarlo. Para que tus pies no noten el cambio brusco de calzado, de rutina y de temperatura debemos mimarlos más que nunca.Exfoliar una vez por semana: es importante exfoliar tus pies como mínimo una vez por semana para que se mantengan suaves y sanos. No hace falta que sea un exfoliante muy caro, simplemente que haga su función.
Secar bien los pies: aunque no lo parezca, muchas veces no nos secamos los pies debidamente. Debemos prestar atención entre los dedos que es donde menos nos fijamos y donde más se pueden desarrollar hongos.
Mantener los pies hidratados: tras la ducha es imprescindible ponerse crema hidratante para que la piel no se agriete.
Utiliza calzado adecuada: con el cambio de temperatura tendrás que empezar a utilizar un calzado cerrado para que proteja tus pies del frío y, al mismo tiempo, se adapte al pie. Para evitar que te duelan los pies debes utilizar un calzado bueno y de calidad, además de cambiarte de calcetines a menudo.
Utilizar plantillas: en ocasiones un zapato (sea bueno o no) no es suficiente para sujetar correctamente el pie y para ello existen plantillas para solucionarlo como las Reflex de Memory Foam, la confort o la Sudex Piel. Este última plantilla, igual que toda la gama Sudex, ayudan a regular el exceso de sudoración del pie y evitan que el pie y el zapato huela mal.
Masajea los pies: si te duelen los pies tras haber caminado mucho o con el cambio de zapatos es aconsejable que les des masajes antes de dormir para que se relajen y puedas descansar mejor.
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