Cómo prevenir la depresión de manera definitiva (II)

Por Psipositivo @Psi_Positivo

Estimad@ lector@, en la primera parte de este artículo vimos como una depresión,  como trastorno del estado de ánimo, es un proceso que lleva tiempo para desarrollarse. Y, además, que podemos hacer muchas cosas para prevenir el deprimirnos y el minimizar los síntomas depresivos. Aquí nos centraremos en prevenir; eso sí, quiero añadir que estos mismos consejos pueden servirnos cuando una depresión ya se ha desarrollado.

Como cualquier trastorno psicológico, una depresión es un fenómeno complejo y se relaciona con cambios en la química del cerebro, circunstancias vitales, historia de vida etc. Es decir, en bastantes casos se da una multicausalidad o lo que es lo mismo que hay diferentes causas que la explican. En este artículo quiero que nos focalicemos en la parte práctica y seguir avanzando en cómo podemos superar un trastorno así e incluso salir fortalecidos:

PAUTA GENERAL  PARA PREVENIR TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO

“Vacunarnos” contra la depresión es posible. Lo que es imposible asegurar 100% es que una persona jamás vaya a deprimirse, como lo sería por ejemplo decir que una persona que coma bien, haga deporte y que no tenga hábitos tóxicos jamás pueda desarrollar un cáncer. Lo que sí es lícito decir es que podemos desarrollar circunstancias que nos protejan y permitan evitar situaciones propicias a la depresión.

Desde la Psicología Positiva se han desarrollado y estudiado todos los factores que nos permiten llevar vidas realizadas, felices y que aumentan nuestro bienestar. Aquí nuestra pauta elegida será el desarrollar toda actividad que nos permita generar emociones positivas. Todos sabemos cuáles son estas emociones, en una extensa lista: alegría, alivio, amor, apego, armonía, interés, arrojo, intriga, asombro, calma, cariño, compasión, confianza, obstinación, omnipotencia, regocijo, ecuanimidad, satisfacción, entusiasmo, seguridad, serenidad, empatía, solidaridad, sorpresa, templanza, euforia, ternura, excitación, éxtasis, lujuria, tranquilidad, bienestar, conexión, estimulación, entretenimiento, gusto, aceptación, paciencia, relajación, interés, energía, orgullo, estar resuelto, inspiración, atención…

Las emociones negativas tienen su función ineludible. Si se acaba una relación importante estaremos tristes. Si algo imprevisto y doloroso nos llega probablemente sentiremos rabia. Sin embargo, siempre podemos hacer para nutrirnos con emociones positivas que nos permitan hacer un contrapeso en la balanza emocional. Esto está en nuestra mano por negativas que sean las situaciones externas y se puede convertir perfectamente en nuestra pauta de afrontamiento inicial. Si tengo un trabajo estresante, puedo trabajar para ser más eficaz en el mismo, por tanto sentirme orgulloso de ello y sacar más tiempo de ocio: cada una de estas tres acciones nos proporcionaran emociones positivas. Incrementando las actividades que nos proporcionan bienestar generamos emociones positivas. Y así sucesivamente.

En ocasiones lo intuitivo, como esta compensación con emociones positivas, está en lo cierto como nos ha demostrado la investigación en Psicología Positiva, siendo además eficaz para prevenir la depresión. ¿La establecemos pues como pauta de afrontamiento inicial en nuestra cotidianidad?

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Antoni Martínez. Psicología en Positivo.