Cómo prevenir y curar el colon irritable

Por Alfreidx

Se calcula que entre el 10 y el 20 por ciento de la población padece el Síndrome del Intestino Irritable (SII). Este incómodo trastorno exige llevar a cabo un adecuado plan de alimentación y una dieta equilibrada. Las causas de la enfermedad pueden ser dispares, aunque el estrés, el estilo de vida, alteraciones de la sensibilidad digestiva o la intolerancia a ciertos alimentos son factores que pueden influir en su aparición.

Síntomas del colon irritable

Los signos más evidentes del Síndrome son: dolor abdominal, cambios de ritmo intestinal, distensión etc.

El dolor de abdomen suele respetar las horas de sueño, se produce en la zona inferior del abdomen y, por lo general, es de intensidad moderada. Puede durar hasta dos horas y ser de tipo cólico, opresivo o punzante.

En cuanto a las alteraciones intestinales, el estreñimiento y la diarrea son las más comunes. En ocasiones se manifiestan de manera alterna. La distensión abdominal implica una saciedad precoz en las comidas, náuseas, vómitos, ardor en el tórax y excesiva acumulación de gases en el tubo digestivo (meteorismo).

Las evacuaciones incompletas de heces o la existencia de moco en las mismas también son manifestaciones del SII.

Cómo prevenir el colon irritable

Llevar una dieta equilibrada es crucial para este propósito. Alimentos pobres en grasas y con alto contenido en fibra son los adecuados para prevenir el Síndrome del Intestino Irritable. Debemos prescindir de productos como las legumbres, las coles, las bebidas alcohólicas, el café y, en general, de todos los que provoquen gases.

Las personas con colon irritable suelen tener intolerancia a la leche, por lo que se hace necesario prescindir de ella, especialmente cuando se padecen diarreas.

Mantener una hidratación óptima es absolutamente recomendable. Por último, hacer ejercicio contribuye a estimular las contracciones intestinales y a evitar el estreñimiento.

No está de más seguir algunas recomendaciones a la hora de comer. Todas ellas son saludables y mejoran considerablemente la calidad de vida de los pacientes con SII:

  • Comer poca cantidad varias veces al día.
  • Masticar bien los alimentos y hacerlo despacio.
  • Optar por comidas de tenedor, que ayudan a tragar menos aire y, por tanto, a generar menos gases.
  • Tratar de comer siempre a la misma hora, pues los cambios de hábitos alteran el funcionamiento de los intestinos.

Cómo curar el colon irritable. Diagnóstico y tratamientos

El colon irritable se diagnostica con diferentes pruebas médicas, como análisis generales y específicos de sangre, orina o heces, con radiografías abdominales, ecografías e, incluso, por medio de colonoscopias.

Las posibilidades de tratamiento son de tres tipos: medidas dietéticas e higiénicas, fármacos y otras menos usuales (acupuntura, hipnoterapia etc).

Entre las primeras destacan la realización de ejercicio físico adaptado a la edad del paciente, con el fin de evitar el sedentarismo y el estreñimiento. Incrementar la ingesta de fibra es otra de las prescripciones que realizan los médicos en estos casos.

Sólo debe recurrirse a los fármacos cuando sea irremediable y lo aconseje el médico. Los más comunes son inhibidores de espasmos, procinéticos (favorecen la motilidad), antidiarreicos, laxantes etc.

El SII es, por tanto, una enfermedad molesta y complicada de llevar. Sin embargo, mejorando nuestra dieta diaria e incorporando fibra, prescindiendo de alimentos inadecuados, haciendo ejercicio físico moderado, hidratándonos a conciencia y adoptando los hábitos en las comidas antes reseñados, las molestias e incomodidades aparejadas a la enfermedad mejoran sustancialmente.