Hay diferentes factores que pueden favorecer o frenar el camino a una vida autónoma.
Hoy quiero centrar el tema en cómo promover la autonomía personal
Pudiendo ampliar en otra entrada por cómo detectar los frenos de la misma.
La promoción de la autonomía es uno de los objetivos fundamentales en la vida de una persona, por eso hay que apostar por los factores en positivo.
Estos favores pueden ser personales y del entorno (h2)
- Factores personales: En esta categoría podemos distinguir la personalidad y la motivación.
La personalidad, ya que la manera de superar los retos y el carácter único de cada uno, influyen la capacidad de adaptación.
En cuanto a la motivación, no puede pasar desapercibida ya que la actitud puede ser determinante para afrontar las dificultades. - Factores del entorno: Se refiere a los elementos ambientales que facilitan la autonomía. Pueden ser tanto físicos como sociales.
Los factores físicos son un entorno accesible, reduciendo riesgos y con las mayores adaptaciones posibles.
Los factores sociales son las actitudes y expectativas de las personas del entorno. Y dando un paso más, también de la sociedad en general.
Estas consideraciones pueden marcar la diferencia ante la consecución de la autonomía.
Desde el punto de vista de la terapia ocupacional, promover la autonomía debe ser un proceso que atienda a estos factores mencionados
Para ello, es clave una valoración multidimensional y una revisión constante del proceso.
Si el trabajo concluye en la resolución de dificultades, sin tener en cuenta las variables cambiantes de la sociedad y la persona, se corre el riesgo de tener una autonomía temporal.
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