Julio sigue su curso y nosotros seguimos disfrutando en nuestro huerto urbano, pero ahora que ya somos casi unos expertos horticultores, se nos plantea un nuevo –y pequeño- problema: cómo proteger nuestro huerto en verano, ya que las altas temperaturas son un nuevo enemigo a tener en cuenta.Para empezar, no debemos preocuparnos mucho, hemos escogido bien los cultivosque van a crecer durante estos meses, así que ya sabemos que son adecuados para estas temperaturas, pero, aún así, hay que tener especial cuidado. Por ello, en Semillas Huerta y Jardín proponemos unos cuantos ‘trucos’ para que nuestros cultivos no sufran con las altas temperaturas. No hay que olvidar que las temperaturas elevadas hacen transpirar de manera excesiva a las plantas –que intentan regular su temperatura, igual que las personas-, lo que puede originar que dejen de crecer. Además, la falta de agua, por la transpiración excesiva, va a generar estrés hídrico. ¿Cómo lo evitamos? El remedio básico, regar frecuentemente. Lo mejor es hacerlo todos los días o muy temprano o por la tarde, evitando así las horas de más calor y radiación solar ya que regarlas durante estas horas puede dañar nuestras plantas. A veces va a ser necesario incluso hacerlo dos o tres veces al día, pero dependerá de las condiciones climáticas y de las hortalizas que estemos cultivando. También, una buena alternativa es colocar riego por goteo. De hecho, en Semillas Huerta y Jardín encontramos un kit de riego por goteo que trae un sistema con 24 goteros de régimen turbulento de cuatro litros por hora a un bar (unidad de presión). Son seis metros de tubería de riego de cuatro milímetros. Además, cuenta con un convertidor para pasar de tubería de 16 milímetros a tubería de cuatro milímetros. Una buena solución para mantener siempre húmedo nuestro huerto.Otro remedio es cubrir nuestros cultivos con techos de ramas, arpilleras o telas de media sombra, lo que se llama técnica de sombreado.De momento, son dos opciones sencillas y que podemos llevar a cabo sin grandes complicaciones, pero no son las únicas. También debemos tener especial cuidado con nuestros suelos. Para ello, incorporaremos abonos orgánicos, que van a aumentar la capacidad de almacenaje de agua; así como coberturas de suelos, es decir, pondremos paja, corteza de árboles, hojas secas…, para mantener el suelo húmedo, evitar la evaporación del agua y proteger la tierra de los rayos solares y, además, aportar nutrientes.Como vemos, se trata de soluciones sencillas que van a evitar que el calor pueda con nuestras plantas. Así que ahora sólo nos queda salir a disfrutar de nuestro pequeño rincón de naturaleza. ¡Feliz siembra!