La pregunta no es “¿cuánto tienes?” sino “¿cuánto usas?”
Si quieres darle la vuelta al mundo, tener menos de x cosas es una idea muy buena. Al final vas a tener que llevarte tus cosas a todas partes. Si cambias de ciudad cada tres meses, es muy práctico no tener tus propios muebles, ya que te da una movilidad mucho más elevada. Lo importante no es el número, lo importante es el uso que le das a las cosas.
La desventaja de los números estáticos es que no nos dicen nada sobre el uso que la persona hace de estas cosas. Durante el proyecto 333 me di cuenta que no utilizo todas las cosas en la misma medida. Y hay prendas que sobrevivieron los tres meses casi sin uso, porque en comparación con el resto no eran igual de cómodas, elegantes, o tenían un color equivocado. El resultado fue que decidí limitar mi vestimenta a ciertos colores clave para equilibrar el uso. Ahora lo que tengo, lo utilizo.
Cuál es el ratio de utilización de lo que te rodea
Es hora de alejarnos de los números. Yo propongo una nueva medida (ya que solo lo que se mide, se gestiona): el ratio de utilización (RU). El RU mide la proporción de las cosas que utilizas dentro de un mes. Si en tu armario hay 69 prendas de las cuales en un mes has utilizado 51, entonces tienes un RU de 51/69 = 0,73 (o para decirle de otra forma: utilizas 73% del contenido de tu armario). La misma formula la puedes aplicar a tu mesa de trabajo, a tu estantería de libros y a los cajones con tus zapatos. ¡Calcúlalo!
El RU mensual como herramienta de cambio: 0.75 – 0.85
A nivel anual, el RU perfecto se debería aproximar a 1. Si no lo has utilizado en 12 meses, ¿para qué lo guardas? Mientras, el RU mensual adecuado está entre los 0.75 y 0.85 por mes. No pretendo utilizar todos los meses todo lo que tengo. Siempre habrá accesorios, herramientas y objetos que los utilizo dependiendo de la temporada. Habrá meses en Barcelona que no utilizo el paraguas, y sin embargo lo guardo. Tan solo voy a 2-3 eventos formales (tipo bodas) al año, y me quedo con el vestido de gala o lo cambio por otro.
Cuando me doy cuenta que mi RU baja demasiado, sé que es hora de hacer una limpieza a fondo y de restablecer mis prioridades. La vida cambia, yo cambio: nuevos hobbies, cambios en el cuerpo, nuevos estímulos. Deshaciéndote del lastre del pasado te será más fácil disfrutar de la nueva situación.
¿Cuál es tu RU mensual?
—
Imagen: wburris / flickr