Como nos gustan los flanes, están tan ricos con ese caramelo líquido casero que lo bañan.
Y es que hacer un buen caramelo es importante para dar sabor a los platos que lo contienen, hacerlo es fácil y rápido, eso si, con cuidado pues quema muchísimo.
Hacemos caramelo, lo empleamos y luego nos damos cuenta que la cuchara y el cazo o recipiente en que lo hemos elaborado está todo pegado ¿cómo lo quitamos?
Si hacemos caramelo estamos pendiente de donde lo vamos a emplear, es decir, del postre al que va destinado, por ello lo elaboramos y solemos dejar el que nos sobra dentro del cazo y a un lado. El caramelo se seca, se endurece y para quitarlo…
Nada tan sencillo como llenar el recipiente con agua hasta cubrir el caramelo, acercarlo al fuego y llevar a ebullición. Dejar un buen rato hasta que el efecto del calor deshaga el caramelo, lo lavamos de nuevo y listo.
Las cucharas u otros cubiertos empleados, también dentro del cazo.