Demencia es un término amplio para los trastornos que afectan la capacidad de las personas para recordar, pensar y razonar. Por lo general, se vuelve más grave con el tiempo y puede interferir significativamente con la vida cotidiana de las personas y la capacidad de vivir de forma independiente. Algunos factores de riesgo de demencia no se pueden modificar, como la edad o los antecedentes familiares. Sin embargo, las personas pueden modificar otros factores para reducir el riesgo.
Tener diabetes es un factor de riesgo para la demencia, particularmente la diabetes tipo dos, fumar, la obesidad y el uso excesivo de alcohol son factores de riesgo para la enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas.
Un estudio actual de la Escuela de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghai en China examino cómo siete hábitos de estilo de vida saludables pueden mejorar el riesgo de demencia. Los hábitos incluían: no fumar, consumo moderado de alcohol, actividad física regular, dieta saludable, dormir la cantidad adecuada, bajo comportamiento sedentario y tener contacto social frecuente
Los investigadores utilizaron participantes de 60 años o más sin demencia al comienzo del estudio. Excluyeron específicamente a las personas con diabetes tipo uno para poder centrarse en las personas con diabetes tipo dos. Asignaron a los participantes una puntuación de estilo de vida saludable basada en los siete factores de comportamiento anteriores. Cada categoría tenía una definición de lo que los investigadores clasificaron como saludable. Por ejemplo, alguien se clasificó como físicamente activo regularmente si tenía al menos 150 minutos por semana de actividad moderada o 75 minutos por semana de actividad vigorosa o una combinación equivalente.
El estudio incluyó a más de 160 000 participantes, incluidos más de 12 000 con diabetes. Los investigadores siguieron a los participantes durante un promedio de 12 años. Descubrieron que los factores de un estilo de vida saludable se asociaron con un menor riesgo de desarrollar demencia. Pero esta reducción del riesgo fue aún más pronunciada entre los participantes con diabetes.
Estos hallazgos destacan que, aunque los pacientes con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar demencia más adelante en comparación con los que no la padecen, la adherencia a un estilo de vida saludable en general puede reducir en gran medida este riesgo. E datos pueden tener implicaciones importantes para los médicos y otros profesionales médicos que tratan a personas con diabetes. Deberían considerar recomendar cambios en el estilo de vida a sus pacientes. Dichos cambios pueden no solo mejorar la salud en general, sino también contribuir a la prevención o retraso en la aparición de la demencia en personas con diabetes. Se necesita investigación futura para determinar cómo los comportamientos de estilo de vida saludables combinados benefician los resultados cognitivos en la diabetes y los posibles mecanismos.