Respirar es vivir y quien respira bien, vive bien. ¿Por qué? Porque según como respiramos nos encontraremos de una forma u otra. De manera sencilla, aquí vamos a dividir los tipos de respiración según donde llevamos el aire: respiración diafragmática o baja (llenamos el vientre al inspirar), respiración costal o pulmonar (a los lados de la espalda) y clavicular o alta. Además según la capacidad (si llenamos todo el sistema respiratorio o no) y por la rapidez de la inspiración o espiración (rápida o lenta).
Una respiración saludablemente perfecta sería la completa (las tres primeras), llenando todo el espacio disponible y de ritmo medio. Fíjate – y nos metemos ya en lo que nos interesa aquí – en cómo respiras cuando estás relajado: de manera más lenta, llenando la parte baja. También en cómo respiras cuando estás en tensión: más rápido y sólo llenando la parte alta.
Te pongo un ejemplo, recuerda la primera vez que tuviste una cita con alguien, puede ser una primera cita o cualquier otra situación que te pusiera nervioso/a. Es posible que recuerdes como era tu respiración en ese momento y seguro que no te sentías igual que tras dar un relajado paseo por la playa. O cuando en el trabajo recibiste una mala noticia inesperada, como por ejemplo una riña de tu jefe; esta seguro sería más rápida, entrecortada y en la parte de arriba del pecho.
Cómo relajarte respirando de manera sencilla.
Si bien las situaciones que nos ponen en tensión nos aceleran la respiración, la buena noticia es que modificando nuestra respiración a voluntad lograremos estar más tranquilos. Ambos procesos están interrelacionados y podemos alterarlos según más nos convenga:
1) Primero será interesante practicar en casa. Para ello al principio, si no tienes ni idea de esto que estamos hablando, será mejor que te tumbes en la cama con al cuerpo extendido, o en una manta sobre el suelo.
2) Tras ello, pon una mano sobre tu vientre y otra sobre la parte baja de tu pecho. Trata de hacer la respiración completa con suavidad, llenando todo el espacio pulmonar que puedas. Nota cómo suben las manos cuando llenas la parte baja, media y alta.
3) Tras haber probado en diferentes ocasiones, podrás hacer esta respiración en otras situaciones más naturales, como sentado en una silla o andando por la calle. De este modo, acompasarás la respiración completa y fluida a tu día a día. Es cuestión de práctica y de hábito.
Más recursos para relajarte mediante la respiración.
En este vídeo podrás conocer una técnica de respiración consciente que puede ayudarte mucho:
Igualmente en mi canal de youtube, encontrarás melodías de música clásica en la lista de reproducción Temas para relajación y calma. Te ayudarán a entrar en la relajación y además podrás fomentar tu relajo escuchándolas en cualquier dispositivo móvil.
También, si quieres dar un paso más e iniciarte en losa rudimentos de la meditación, voy a recomendarte este artículo: Meditación para dummies. En él encontrarás tres formas sencillas para comenzar a meditar y por tanto desarrollar tu capacidad de meditar. Hacerlo es fácil y tan sólo necesitarás algo de constancia.
La práctica hace el hábito, así que espero que este post te haya sido útil y que me lo cuentes aquí abajo en los comentarios, así como otras maneras de relajarte que ya hayas utilizado. ¡Te toca!
Antoni
pd.- un ámbito donde solemos ponernos nerviosos es a la hora de tener citas. Si ese es tu caso, aquí tienes un ebook, 21 claves para relajarte ante una primera cita, donde trato este tema de manera completa, con el que podrás dejar los nervios a un lado en tus citas y dedicarte a ser tu mismo o tu misma.