No es sólo importante el cuidado facial sino que también el cuidado corporal, muchas veces sólo nos centramos en exfoliar e hidratar la cara y abandonamos por completo el resto de nuestro cuerpo, hasta que comienza el buen tiempo y empieza la época del “destape”.
La exfoliación es uno de los cuidados básicos de la piel para que ésta luzca tersa y suave, su principal función es la eliminación de las células muertas de las capas superficiales de la piel, limando las rugosidades y revitalizando la piel. Además otros de los objetivos que se consiguen mediante la exfoliación son:
- Estimula el drenaje linfático y la circulación sanguínea.
- Limpia los poros de la piel.
- Elimina las toxinas.
El último exfoliante que he probado ha sido: Body Scrub Patchouli Lavander Vanilla de Sabon. La particularidad de la línea de exfoliantes de Sabon es que contiene sales del Mar Muerto. Las aguas del Mar Muerto, debido a su alto grado de salinidad poseen notables propiedades curativas (baños relajantes del sistema nervioso, para tratar problemas de la piel, de las articulaciones…) y han sido utilizadas a lo largo de la historia en la cosmética como sales de baño, jabones, etc.
- Contiene sales del mar muerto.
- A pesar de ser un exfoliante es muy hidratante ya que contiene una gran cantidad de aceites: aceite de Macadamia, aceite de semilla de soya y almendra, que poseen un gran poder emoliente, además de nutrir, proteger y devolver la elasticidad a la piel. Esto hace también que sea muy fácil de extender.
- Deja la piel muy suave e hidratada.
- La gran variedad de aromas.
Lo que menos me gusta es que el envase es de cristal peligrando en la ducha…ya que el envase contiene una gran cantidad de aceites, puede resbalarse fácilmente de la manos, es mejor usar la cucharita de madera para mezclar el producto y aplicarlo sobre la piel en movimientos circulares.