Ya sabéis que antes estaba barnizada de un color bastante oscuro. El primer paso que dí fué aplicar una capa generosa de decapante, cuando lo aplicas y esperas unos minutos ves cómo la pintura empieza a despegarse , entonces es tarea de ir retirando la pintura con la ayuda de una espátula.
Pero aquí me encontré el problema número 1, la pintura salía bien de las patas y del cajillo, pero la tapa resultó inalterable al decapante.
Consultando blogs y webs de restauración pude deducir que mi mesa tenía una buena capa de goma laca para protegerla del uso.
Entonces tuve que lijar toda la superficie y a continuación ir dando capas de quitapintura y con mucha paciencia fué saliendo a golpe de espátula.
Después empezé con una tarea que me resultó muy laboriosa porque la madera es pino y a pesar de haber retirado la pintura el tinte rojizo se había incrustado hasta el fondo de la veta.
Empecé a investigar cómo aclarar la madera, hay líquidos especialmente para ello, aunque yo de primeras empecé con la lejía, si si lejía, se deja actuar y pasadas unas horas se retira.
Aquí me paso como a Michael Jackson, (y perdonad por la comparación) mientras más la aclaraba más blanca la quería,¡ no la veía lo suficientemente blanca nunca!
Después acabé comprando un blanqueador de la marca lakeone que me resultó más efectivo que la lejía. Este fué el paso que más me costó , a veces hablaba con ella y le decía "no podrás conmigo" jajaja.
El siguiente paso fué usar la técnica de madera blanqueada , se hace con pintura muy diluida , hasta que adquiera un aspecto lechoso, inmediatamente se arrastra con un trapo.
Yo usé chalk paint blanco nieve.
Por eso se ve como un tono rosáceo porque me resultó imposible retirar lo rojo incrustado en la madera.
La tapa estaba chapada y ha sufrido las consecuencias de cada lijado y aclarado, pero en líneas generales estoy muy contenta con el resultado, ya que no he hecho ningún curso de restauración ni nada por el estilo.
Para terminar apliqué una capa generosa de barniz mate incoloro para proteger de los líquidos y manchas.
Aprovecho también para mostraros las flores que decoran ahora el comedor, limonium chino.
Y las pequeñitas color rosa y amarillas recogidas del campo. Y las marroncitas que parecen piñas también son del campo, recogí el año pasado y este también he ido a recolectar al sitio dónde nacen.
Espero que os resulte útil el post, y si tenéis alguna pregunta no dudéis en consultarme.
¡Buen comienzo de semana!
Imágenes: Lola Navarro