La investigación del King's
College London del Reino Unido sugiere que los cambios en el estilo de vida,
como la dieta y el ejercicio, influyen en el envejecimiento cerebral a través
de ciertas vías moleculares. Los resultados, publicados en Communications
Biology indican que realizar cambios en el estilo de vida basados en su
composición genética podría ayudar a evitar la pérdida de memoria .Los
investigadores se centraron en las células madre neurales (NSC), que son un
grupo de células ubicadas en el hipocampo, un área del cerebro que desempeña un
papel importante en la memoria . Los NSC se dividen continuamente para producir
más células, lo que las hace cruciales para la memoria. Las vías de detección
de nutrientes responden a factores de estilo de vida, que incluyen cosas como
la dieta y el ejercicio. También ayudan a estimular cambios en el comportamiento
de las células. Estas vías dan un vínculo molecular entre el estilo de vida y
la memoria y tal vez puedan demostrar por qué la memoria de las personas se ve afectada
de manera diferente por el envejecimiento. Los investigadores utilizaron un
nuevo enfoque de traducción inversa para mostrar que las variaciones en el gen
ABTB1 están vinculadas al rendimiento en una tarea de memoria típica y que la
variación en el gen GRB10 es un factor importante para determinar el vínculo entre
la dieta y el rendimiento de la memoria. También se identificó en el estudio
una relación entre los niveles de ejercicio y el genotipo SIRT1. El genotipo
parece desempeñar un papel en el rendimiento de la memoria, Identificar estos
genes como los eslabones perdidos entre estas tres variables importantes podría
informar nuevos enfoques para ayudar a mejorar el proceso de envejecimiento a
través de cambios específicos en la dieta y el ejercicio y en última instancia,
en el desarrollo de nuevos medicamentos en el futuro.