Cómo sacar la veta a la madera (mi descubrimiento)

Por Lascosasdebego @lascosasdebego
     Ha pasado mucho tiempo desde mi último post, y es que he estado inmersa en un trabajo laborioso, pero con un resultado que os aconsejo probar. El resultado es increíble a la vista pero sobretodo al tacto.
     He aquí el antes y el después.


     Todo comenzó con un mueble de pino clásico color miel con tiradores dorados de los que hay miles.

     Desde que llegó a mis manos lo quise transformar pero no tenía nada claro cómo darle el toque distintivo.
     Un día se me encendió la bombilla y comenzó la hormiguita a trabajar... o como me decían en casa el ratoncito ( por eso de estar siempre haciendo algo, en silencio y sin saber dónde andaba. Siempre decían...¿Bego? ¿Dónde andas? Je, je, je...).
     Decidí lijar el mueble a fondo hasta quitarle todo el barniz y dejar la madera natural. Con una lijadora y lija gruesa me puse a ello habiendo desmontado las tapas de los cajones previamente.
 
     El siguiente paso fue pintar los laterales en blanco con esmalte acrílico.
     Y barnizar el cuerpo y la encimera del mueble.

     Ahora comenzaba el proceso I+D.
     Mi intención era sacarle la veta a todo el frente de los cajones de manera que el tacto fuera rugoso con la forma de la misma.

     Comencé a hacerlo con cepillo de alambre ( un trabajo laborioso y cansado) y después con las fresas de la dremel y un bolígrafo bic me hice una especie de herramienta para repasar a mano las vetas y así marcarlas más.




     Uff! Menudo trabajo! Diréis... Por suerte tuve uno de esos momentos en los que las piezas del puzzle encajan...
     Me explico:
     Hacía tiempo compré un cepillo en disco para el taladro que en su momento creí me valdría para decapar un mueble que tenía. Pues no, no me sirvió.
     Me acordé de él y decidí probar el resultado.
     Voilá!  ¡Perfecto! ¡Gran descubrimiento!
     Y cuál fue mi sorpresa, que al investigar en Internet el uso del cepillo en cuestión...¡esa era su función!! Jeje, no soy creyente pero de verdad que a veces parece que Dios se aparece...
     He aquí el cepillo en cuestión...

     Con este descubrimiento todo fue coser y cantar. Cepillar todas las tapas, dar una finísima pátina blanquecina para aclarar un poquito la madera, repasar las vetas un poco y barnizar.
     ¡Mirar el resultado que obtuve con el cepillo!
        
     Los tiradores los lijé y los pinté con esmalte en spray sintético negro mate.

     A los tres cajones que tenían la apertura con cristal les puse una plancha de acero también en negro.
                      
      Para que no se viera el interior de los cajones, por el dentro le puse tres telas en tres motivos diferentes (para darle algo de color, algo muy sutil).

     El resultado...



     Los tiradores de abajo los cambié, y pinté en negro también, para después pintarles unos números (y así darle un toque industrial...)


     Y finalmente quedó terminado este gran reto. Objetivo logrado y orgullosa del resultado.
Os dejo unas fotos con algunos detalles.



     ¿Que te ha parecido? Comenta, comparte, escríbeme por email...te leeré y contestaré encantada.
     ¡Hasta pronto!