Terminamos el repaso a los resultados de esta edición 2015 de nuestro estudio sobre el valor que la sostenibilidad aporta al sector de los eventos y la comunicación, trayendo los datos de las dos preguntas que fueron novedad en el estudio de 2014. Dado que en la primera edición se puso de manifiesto la disposición por parte de los participantes a pagar un poco más en la entrada a un evento si este demostraba su compromiso con la sostenibilidad, algo que se sigue manteniendo a lo largo de las tres ediciones, nos planteamos conocer algunos detalles más sobre tal predisposición y ver hasta que punto pensaban que debía ser compartida.
De un lado nos interesaba conocer si creían que dicho apoyo económico debía ser compartido con otros agentes vinculados al evento y por otro, cual era la forma que los participantes consideraban más eficaz para que desde un evento se les comunicara y mostrara el compromiso con la sostenibilidad. Ya en 2014 los resultados fueron muy interesantes y rompían con opiniones que creíamos más que asentadas a priori y parece que esos prejuicios definitivamente se resquebrajan en la edición de 2015.
¿Quién paga por la sostenibilidad de un evento?
Los asistentes desde luego tienen una elevada predisposición a pagar según vimos en los propios resultados, que además se vió elevada entre la primera y la segunda edición de nuestro estudio y se ha mantenido estable en esta tercera, sin embargo, al preguntar sobre quién debe soportar los gastos que puedan representar las medidas vinculadas a la sostenibilidad del evento, de nuevo apenas un 3’6% cree que exclusivamente deben sufragarse con una subida del precio de la entrada, frente a un 35,7% (que sube desde el 34% de 2014) que cree que deben ser los organizadores los que asuman este gasto (en caso de que se produzca) y un 53% (que también sube desde el 46%) que cree que deben ser compartidos entre el precio de las entradas, la existencia de iniciativas de apoyo desde las administraciones y los propios organizadores. Baja considerablemente los que opinan que debe ser a través de deducciones fiscales o ayudas públicas de forma exclusiva como se financien (del 12’5% al 3’6%), donde este 2015 no se puede señalar a ningún grupo profesional como mayoritario.
A nuestro juicio, queda de nuevo patente que los participantes en este estudio creen que es una responsabilidad de los organizadores de eventos desarrollar medidas de sostenibilidad en los mismos y están dispuestos a pagar una cantidad adicional en la entrada para apoyar estas iniciativas, pero entendiendo que el organizador también ha de hacer un esfuerzo en ese sentido. De hecho hay varias respuestas que establecen que la responsabilidad debe ser compartida entre ambos, no recurriendo a ningún tipo de ayuda pública adicional. Pro tanto se mantiene la tendencia de no calar la idea de que sea a través de ayudas públicas o deducciones de impuestos la forma de impulsar estas iniciativas y otra vez son muy reveladoras varias respuestas aportadas por los participantes, en la línea de que “si se hace correctamente, desarrollar medidas de sostenibilidad no supondrá ningún coste adicional que deba financiarse” como el año 2014 ocurría con otras como “estas medidas logran el ahorro a largo plazo” en ambos casos apoyan la idea de que lejos de suponer un coste adicional, serán un beneficio para la entidad organizadora, con lo que no podemos estar más de acuerdo, solo es cuestión de saber valorar costes y beneficios recibidos.
¿Cómo mostrar el compromiso con la sostenibilidad de un evento?
En la segunda de las cuestiones, una vez que los participantes tanto de la primera como de la segunda edición han afirmado la importancia de que el desarrollo de eventos se haga de una forma cada vez más comprometida con la sostenibilidad, es conocer cómo creen que se puede evidenciar la misma.
Ya sea a través de una implicación activa de los participantes (el conocido como #engagement y donde entra en juego de una forma determinante la transparencia asociada a la sostenibilidad), mediante el uso de un logotipo o certificado de sostenibilidad del evento, realizando acciones de visibilidad y comunicación de la sostenibilidad o bien a través de memorias y otros documentos de sostenibilidad de un evento, la idea era conocer cuales de todas eran las consideradas más eficaces.
Frente a lo que podría esperarse a tenor de la proliferación de certificaciones de sostenibilidad para eventos y organizadores de eventos, ni mucho menos se trata de la forma más eficaz y valorada por los participantes para comunicar los compromisos con la sostenibilidad y hacerlos perceptibles. Un 12,5% de los encuestados señala que todas son igualmente válidas e importantes, por lo que se muestra que los participantes han elegido y descartado opciones, mostrando así sus preferencias de una forma activa. Un 14% cree que sería útil un registro público, un porcentaje que crece ligeramente respecto a 2014.
Crece en general el porcentaje de respuestas, arrastrado por el mayor número de participantes que marcó todas las opciones, así con un 50% se apunta a la elaboración de Memorias de Sostenibilidad y con un 53% a las Etiquetas, logotipos o Certificados de sostenibilidad para eventos, por detrás del 60% (subiendo desde el 47% de 2014) que cree que es útil implicar a los participantes y demás grupos de interés implicados (el tan de moda engadgement en eventos) y un destacable 78% que señala que el modo más eficaz y que más confianza les transmite para hacer patente la sostenibilidad de un evento es comunicando las acciones realizadas y llevando a cabo acciones que permitan visualizarlas, materializarlas y hacerlo de una forma honesta y transparente.
Con esta sexta entrega completamos el repaso a los principales resultados de nuestro estudio sobre el valor que la sostenibilidad aporta a los eventos en su edición 2015, de nuevo pensamos que las conclusiones aportan su granito de arena al fomento de la sostenibilidad en eventos y por ello por tercer año las recopilaremos, estas son las de la edición 2013. Nuevamente os emplazamos a aportar vuestros comentarios y contribuir al fomento de este cambio de mentalidad en torno a la organización y la participación en eventos, pues como vemos no sólo hemos de pedir a los organizadores su compromiso, sino que los asistentes han de implicarse igualmente. En cuanto a nuestro estudio, esperamos que tenga tanta y tan buena difusión como en sus anteriores ediciones y ya os podemos adelantar que pronto habrá alguna sorpresa, estad atentos!!.
@tehagoeco
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