Como todas las capacidades, hay personas que las llevan innatas y otras necesitan un aprendizaje para aprenderla. La seducción se aprende y este aprendizaje consiste en reconocer cuáles son nuestras capacidades que ponemos en juego en las relaciones sociales y potenciarlas y observar qué limitaciones nos impiden ser más espontáneos y decididos a establecer nuevas relaciones. Quizás la limitación más importante radica en aprender a observar y comprender las señales que nos envían las personas que nos interesan, estar dispuestos/as a fracasar para tener éxito y practicar en el momento adecuado y con la persona adecuada.
Quiero facilitarte este aprendizaje ofreciéndote una ayuda extra! Contesta a las siguientes preguntas, y si la mayoría de ellas las respondes en positivo es más que posible que la persona a quién has echado el ojo también se sienta atraída por ti.
1) ¿Es respetuoso/a contigo? Se preocupa para que te sientas cómodo/a Tiene detalles inesperados contigo. El respeto es la señal que indica que se preocupa por tu bienestar y para demostrarte que eres especial
2) ¿Le interesa tu opinión? Uno de los ingredientes del deseo es la demostración de admiración
3) ¿Deja de atender a su teléfono móvil? Centrar el interés en un único foco es síntoma de atracción, admiración y cortesía
4) ¿Dirige la conversación hacia tus intereses? Señal evidente que intenta agradarte y que quiere conocer tus inquietudes y predilecciones
5) ¿Viste mejor cuando queda contigo? Cuando una persona me atrae quiero ofrecer lo mejor de mi
6) ¿Cuándo le preguntas por un tema se extiende en su discurso? Quiere mantener tu atención y alargar la interactuación entre vosotros
7) ¿Te sonríe más que a otras personas? Es una señal inequívoca de seducción
8) ¿Recuerda las conversaciones que mantuvisteis anteriormente? Le interesas y te recuerda
9) ¿Te roza o toca levemente? Le atraes y necesita conectar contigo
10) ¿Procura tener conversaciones a solas contigo? Busca momentos íntimos contigo
11) ¿Te pregunta por lo que te gusta? Quiere conocerte más que al resto
12) ¿Notas nerviosismo cuando os encontráis? La idea preconcebida del encuentro la ha repasado mil veces en su cabeza
13) ¿Procura estar por una zona o lugar dónde estás tú? Quiere compartir más tiempo contigo
14) ¿Cuándo se ausenta para ir al lavabo, cuando regresa, notas que se ha preocupado por su imagen? Quiere dar su mejor cara ante ti
15) ¿Te hace cumplidos? Quiere agradarte y que te sientas a gusto
Todas estas señales son signos de seducción y interés tanto en el género masculino como en el femenino, pero convendría tener en cuenta que el deseo entre ambos sexos puede tener ciertas diferencias.
El deseo Masculino
En el hombre la seducción siempre parte del deseo hacia la otra persona, una atracción que les cuesta disimular. Sobre todo el deseo de conquista, de “cazador”, de poder tener una relación sexual , se convierte en una meta por sí misma, y éste objetivo es lo que los mantiene alerta para pasar a la acción.
El deseo Femenino
Algunas mujeres sienten dos tipos de deseo : por una lado el de la realización sexual y amorosa, teniendo un gran parecido al de los hombres. Y, por otro lado, existe el deseo de seducir por seducir (generalmente en mujeres jóvenes), por pura coquetería, por despertar el deseo en el otro, por sentir que gustan..
En ambos casos cuando estos deseos sólo van dirigidos en tener el mayor número de relaciones sexuales o de seducir a otro/a sin tener ningún tipo de interés por él/ella, denota una gran falta de autoestima, resistencia a las críticas, al rechazo o al fracaso.
Recuerda que lo más seductor que poseemos es nuestra personalidad, y no hay forma de obtener una personalidad atractiva si no se goza de una buena autoestima, y no sólo en el campo de la seducción sino en todas las facetas de nuestra vida.
Virginia Picó. Psicoterapeuta. Coach en desarrollo personal y relaciones afectivas. Kinesióloga
Fuente : “Taller de Seducción”. E. Castellví. “El pequeño libro de la seducción” L. tejedor