Con un espejo gigante y una cámara de alta velocidad, científicos en Singapur están tratando de descubrirlo. El equipo les permite observar las diminutas gotas que emanan de una persona cuando tose, estornuda o habla, esto es para informar a los equipos en control de infecciones, porque hay una controversia actualmente sobre como la gripe, se transmiten por vía aérea y, si así lo hacen, cuán importante es esta ruta comparada con otras, como el contacto directo. Si bien es probable que una persona con gripe infecte a otras al toser o estornudar, se sabe poco sobre la distancia que recorren la tos y el estornudo y el volumen de virus que transportan. En el estudio los investigadores diseñaron un espejo cóncavo amplio, como los que se usan en los telescopios de astronomía. Junto con una cámara que puede capturar hasta 250.000 cuadros por segundo, los científicos pueden observar el aerosol, o espray, producido por un estornudo o tos a través del espejo, asi se estudiará la velocidad y distancia de los flujos exhalados que se producen al toser y estornudar, incluso al reír, llorar, cantar, susurrar, hablar, roncar y respirar. Los expertos evaluarán las intervenciones como la colocación de máscaras faciales, para ver cuán efectivos son para contener estos flujos de aire. Con un mejor conocimiento, los científicos esperan poder mejorar los consejos de control infeccioso, como cuán separadas deben estar las camas de los hospitales o cómo deberían ser las medidas de cuarentena para quienes padecen una infección de contagio aéreo, como el sarampión, la gripe y la tuberculosis.