(Bianca Jagger)
Un día, intentando buscar ropa interior anti-Bridget Jones, apareció ante mis ojos un pantalón blanco de seda que haría palidecer a la mismísima Bianca. Solo tenía un inconveniente. Era un pijama.
No estoy en disposición de mentiros así que confieso. No conseguí salir del portal de casa vestida con mi pantalón de pijama blanco gangster. Pero Bianca también se divorció de Jagger nueve años después. Incluso tuvo que sobreponerse al correctísimo vestido de novia que eligió su hija Jade 4 décadas después. Y al correctísimo vestido de dama de honor que lucía Mick Jagger.
Las dos sabemos que lo que cuenta es la idea brillante, no cuánto dura. Y que ser transgresora ya no está de moda.