¿Cómo ser menos maniáticos?

Por Conócete Y Quiérete
En nuestro anterior post hablábamos de como la ansiedad es lo que provoca que seamos más o menos maniáticos. Y también de cómo en épocas de mayor estrés, con la soledad y con el paso de los años,  estas manías se agudizan. 

 Por tanto:1º.- Lo primero que debemos hacer es preguntarnos qué es lo que nos ha convertido en personas maniáticas. Echar la vista atrás y tratar de recordar si siempre fuimos así, o si empezamos a serlo a raíz de algún acontecimiento vital. También debemos observar nuestro día a día y analizar en qué momentos concretos necesitamos desplegar nuestros rituales. Así  podremos detectar el origen de esa ansiedad que calmamos con dichos rituales, saber cuáles son esa conductas por las que sentimos la necesidad de castigamos.2º.- En segundo lugar, es importante que analicemos si esas manías nos están perjudicando en algo. Debemos valorar si nos acarrean problemas de convivencia; si nos hacen perder el tiempo con rituales absurdos, ser poco eficientes en el trabajo, sin nos llevan a hacer cosas de forma compulsiva o a tener pensamientos obsesivos. Porque de ser así, entonces debemos tratar de eliminarlas en la medida de lo posible.¿Cómo ser menos maniáticos?Lo primero es calmar la ansiedad, tratar de relajarnos poniendo en práctica algunas ideas que ya te dimos en un post anterior.Además, piensa en si tus manías son provocadas por un perfeccionismo excesivo, y entonces, además de relajarte, trata de permitirte algun fallo, alguna imperfección de vez en cuando... Pero sobre todo, si el origen de tus manías va más allá de todo esto que acabamos de citar, entonces he de decirte que, paradójicamente, la mejor terapia para ser menos maniáticos es precisamente la convivencia¿No es verdad que una vez que nos acostumbramos a vivir solos, nos cuesta más volver a compartir espacio con alguien? ¿Cómo puede ayudarnos la convivencia?De entrada, sólo conviviendo con otra gente podemos darnos cuenta de que a lo mejor resulta que sí, que somos “algo” maniáticos. En segundo lugar, la convivencia, el día a día, nos obliga a relajar nuestros rituales, a adaptarnos a las rutinas ¡o incluso las manías! de los demás, a ser más tolerantes…De manera que... Será cuestión de encontrar a alguien… ¿paciente? ¿con sentido del humor? y... ¿que no sea igual de maniático que nosotros?

ilustración creada por Adarve Photocollage, retoque fotográfico

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