Esto es sólo mi opinión, que cambia constantemente. No me creas. Crea la tuya.
Antes habría que definir excelencia…
Para mí:
Excelencia no es hacer las cosas mejor de cómo las haces.
Excelencia es hacer las cosas lo mejor que sabes hacerlas.
De hecho, ahora mismo no sabes hacerlas mejor de cómo las haces.
Si supieras hacerlas mejor, las harías mejor.
Por tanto, ahora mismo ya las haces lo mejor que sabes hacerlas.
Por tanto, ahora mismo ya eres excelente.
Educados y adoctrinados en la incesante autocrítica, no sólo juzgamos constantemente a los demás y todo lo que nos rodea, sino a nosotros mismos.
Sin embargo ahora, a través del mindfulness, ya sabes que tu bienestar muy probablemente pasa por aceptar las cosas tal y como son, tú mismo incluido.
De hecho, como advierte e insiste Louise H. Hay, “llevas criticándote a ti mismo toda la vida y no ha funcionado. ¿Por qué no intentas aprobarte a ti mismo y ver qué pasa?”. Sorpresa, sorpresa…
Entonces, ¿cómo ser una persona excelente todos los días?
Ya eres excelente.
O mejor dicho, ya eres.