De todos modos, en los momentos de conversar sobre sexualidad, podrían servir mucho los siguientes consejos:
- Los niños pequeños tienen curiosidad por su propio cuerpo y por el de los demás, sobre todo al darse cuenta que las niñas y los niños son diferentes. Cuando el niño pregunte o cuándo sea momento de explicarle, es mejor hacerlo claramente, con frases cortas y llamando a los genitales por su nombre. Al mismo tiempo hay que explicarles que su cuerpo es algo especial y sólo ellos pueden decidir quién los toque, y que los adultos incluyendo a sus familiares no pueden obligarlos a tocarlos, a ser tocados o si quiera a mostrar sus genitales ante el otro.
- Cuándo un niño hace una pregunta, hay que indagar un poco en qué es realmente lo que el niño quiere saber. Si algún niño menor de 5 años quiere saber ¿cómo nacen los bebés? Probablemente sólo quiera saber de qué tamaño nacen. Y siguiendo con la misma pregunta para un niño mayor, a veces basta con decir que es la madre quien tiene al bebé y que antes de nacer, el niño estuvo dentro del vientre, en vez de dar una extensa explicación sobre las relaciones sexuales.
- Las pláticas sobre la sexualidad no tienen por qué ser una clase, basta con algunos comentarios ocasionales y no una hora de explicaciones.
- Los niños también tienen algo que decir. Antes de explicar, es buena idea escuchar las ideas y dudas de los niños, incluso preguntarles lo que ellos creen acerca de algún tema.
- Los niños, más o menos a partir de los 8 años, ya deben estar preparados sobre los cambios que comenzarán a tener y de los que tienen las niñas, así como las niñas de los cambios de los niños.
- Si usted como padre o como el mayor de confianza del niño, no está muy seguro sobre cómo decir las cosas, es totalmente válido de guiarse con un libro o con material dirigido a niños, por ejemplo videos educativos.
- Es muy importante tener en claro la información uno mismo antes de comentar con los pequeños, por tanto, si se tiene alguna duda, es mejor aclararla antes.